UNA LEY ELECTORAL TRAMPOSA

Y decimos 31 años porque la injusta ley electoral nos ha afectado, en mayor o menor medida, desde las primeras elecciones de 1977 cuando el PCE obtuvo 19 escaños que ya nos costaba cada uno el doble de votos que al PP o al PSOE.

Si analizamos las elecciones generales celebradas desde 1977, al PCE y luego a IU, siempre nos costó cada escaño entre dos y cuatro veces más votos que a los demás partidos, con el insoportable desequilibrio producido en las pasadas elecciones del 9de Marzo que nos cuesta cada escaño a IU SIETE VECES MAS VOTOS QUE A LOS DEMAS PARTIDOS.

Los primeros años de la transición, nada se habló de éste sistema electoral que se consagró en la Constitución Española, fijando la provincia como circunscripción. Sin embargo, más tarde, a raíz de la crisis del 82 provocada por intento de golpe de estado, cuando ya empezó a funcionar por primera vez el llamado “voto útil”, que hizo que nos costara cada escaño cuatro veces más votos que a los demás partidos, se empezó a hablar tímidamente de ello para volver a un periodo de silencio en función del crecimiento que experimentaba la organización del 89 al 96, que ya existen informes de Julio Anguita en los que hace notar que los escaños a IU le cuestan el doble que a los demás.

Probablemente en éste periodo legislativo hemos tenido la única oportunidad seria de habernos jugado todo a la reforma electoral. Es decir, no haber sostenido al gobierno de Zapatero, si no era a cambio de la reforma. Pero la dirección de IU no estimó esa propuesta. Si hubiéramos apostado a ello, no sabemos si habría habido reforma, pero es muy probable que no hubiéramos perdido más votos que con la colaboración. Siempre he pensado que en la comisión constitucional que se intentó crear para estudiar la reforma y que no llegó a constituirse por el voto en contra de los nacionalistas y del PP, Zapatero no apostó en serio por ella. Ahora tras escucharle las declaraciones en Tele 5 después de las elecciones, no tengo la menor duda de que Zapatero ha engañado a todos los que creyeron en su palabra de reformar la ley porque no ha tenido voluntad de propiciar la reforma electoral nunca. La respuesta que dio a Pedro Piqueras ante la pregunta de ¿Va Vd a reformar la ley electoral ante la situación de injusticia que plantean los televidentes? fue más o menos la siguiente: “El balance de estos treinta años es que el sistema ha funcionado bastante bien” Reconozco que “Izquierda Unida es perjudicada en según que ocasiones, pero que también con menos porcentajes de voto que yo he tenido se han obtenido mayorías absolutas y yo lo acepto” Añade que “antes o después se tendrá que abrir una reflexión sobre la ley” Es la misma reflexión que han planteado tras incumplir el programa de 2004 y no incluir en el actual la despenalización del aborto

En resumen, no hay modificación electoral a la vista porque obviamente no les interesa al PSOE ni al PP ni tampoco a los nacionalistas.

En base a ello, tenemos cuatro años duros de desierto parlamentario que de alguna forma tendremos que sustituir y hacer notar la voz del casi millón de personas, que a pesar de todo nos han seguido dando la confianza.

Soy de los que opinan que con una ley electoral justa y proporcional, los problemas de IU serían infinitamente menores y que ésta falacia de democracia representativa vulnera más que nunca el derecho a la igualdad del voto de los votantes de IU. En ésta ocasión cada escaño nos cuesta 7 veces más votos que al PP, PSOE, CIU o PNV y eso es sencillamente insoportable. La denuncia permanente de una ley electoral tramposa que nos roba la representación democrática que sí nos dan los votantes, ha de ser una constante en la organización con una campaña sostenida que recabe los máximos apoyos para pelear por la reforma.

Con una proporcionalidad pura desde la base de que cada escaño cuesta unos 69.281 votos le daría a IU doce escaños más, al PSOE nueve menos, al PP seis menos, uno menos al PNV, uno más a Ezquerra Republicana y al BNG, los mismos a CC, tres más a UPyD y perdería su escaño NA-BAI.

Un PSOE sin prácticamente izquierda en el Parlamento y entregado a las demandas económicas y confesionales de CIU y/o del PNV, que ya ofrece un pacto de estado al Partido Popular y hablan de que ésta debe ser la legislatura del máximo consenso entre los dos grandes partidos, vuelve a abrir un hueco importante en la izquierda española, en el tejido asociativo sindical y social, si somos capaces de no cometer errores de bulto, acertamos en el diagnostico global y particular de cada problema y trabajamos con las fuerzas que nos queden en ésta maltrecha y maltratada organización de IU.

A pesar de todos los errores internos que se han cometido, que han sido muchos, y que han de ser motivo de otra reflexión, y el tirón del llamado voto útil, hay un millón de personas que se han mantenido a nuestro lado y hay también un porcentaje muy importante que les ha dolido que IU no tenga grupo parlamentario y que como en otras ocasiones, siempre a toro pasado, lamentan que esto haya sucedido, pero ya no valen lamentos.