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La directiva Bolkestein

Todo para el pueblo, pero sin el pueblo

Hace apenas un año sólo algunas organizaciones de las que hicieron campaña contra “esta” Constitución Europea, se manifestaron alertándonos de algunos de los peligros que ella conllevaba y entre otros ya se hablaba de la desconocida Directiva Bolkenstein. Con el paso de los meses han sido muchas las organizaciones ciudadanas, sindicales, o no gubernamentales que se han ido sumando a esta campaña de rechazo a lo que supone en la práctica la privatización de todo lo público, y además de manera obligatoria… Pero ¿qué es la Directiva Bolkenstein (DB)?, ¿en qué consiste?, ¿qué perjuicios puede ocasionar a la ciudadanía?…
En realidad el nombre correcto –y por el que se hace aún más camaleónica- es el de Acuerdo General del Comercio de Servicios, también conocido por sus siglas AGCS. En síntesis se trata de lo siguiente: la Organización Mundial del Comercio (OMC) pretende que todos sus países miembros -la práctica totalidad de los países del mundo- entre ellos España, firme un acuerdo por el que se liberalizaría la gestión de todos los Servicios Públicos –incluidos los sanitarios o los educativos- y en todos los niveles de la Administración: nacional, regional, provincial y local. El concepto de servicio público pasa a ser considerado como mera mercancía, con el consiguiente perjuicio para los ciudadanos y la consiguiente pérdida de las competencias jurídicas y políticas asociadas al control democrático de todo lo que afecta al bienestar social y a los derechos cívicos.
El pasado 14 de febrero 2006 tuvo lugar en el Parlamento Europeo la votación en primera lectura y a pesar de que esta directiva fue suavizada en alguno de sus aspectos, desde ATTAC queremos sumarnos a las movilizaciones que en toda Europa se están desarrollando y que están apoyadas por cientos de ayuntamientos, diputaciones y otros gobiernos regionales y nacionales, así como numerosas ONGS y sindicatos, para impedir que este atropello a la ciudadanía que es el AGCS se lleve a término. En este sentido desde Attac Albacete estamos enviando modelos de mociones para llevar a los plenos de los ayuntamientos que deseen manifestarse en este sentido.
Si este acuerdo llegara a materializarse –y llegará si las personas y las instituciones afectadas no nos movemos para evitarlo- no sólo irán al traste las conquistas sociales que con tanto esfuerzo y tantas luchas hemos conquistado los ciudadanos en los últimos dos siglos, sino que la propia conquista de nuestro modo de vivir en democracia se verá seriamente dañado pues nuestros representantes políticos – sobre todo los más cercanos, alcaldes y concejales- pasaran a tener un estatus cuasi-decorativo, al dejar vacía de contenido su función principal: la gestión de los servicios públicos (sanidad, educación, cultura, empleo, etc.)
Para terminar, y siendo todo lo dicho anteriormente muy grave, hay otro aspecto de este asunto que todavía nos parece más grave y es que este acuerdo, se esté negociando por nuestros representantes políticos sin nuestro conocimiento ni participación. Que una decisión que presumiblemente va a afectar a nuestro vivir cotidiano de forma importante, se tome sin el consentimiento ¡y ni siquiera conocimiento! de los ciudadanos/as o, al menos, de sus representantes más cercanos: ayuntamientos y diputaciones. ¿Estamos volviendo al viejo aforismo de “todo para el pueblo pero sin el pueblo”?

Luis Angel Aguilar en nombre de ATTAC Albacete

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