Dada la gran repercusión que tuvo este “desahucio especial” en nuestro blog (Un préstamo pagándose regularmente, un especulador embargado, que no escritura y una Bankia cómplice, ruin y aprovechada), por el que una familia, que llevaba 4 años en su casa y pagaba regularmente su hipoteca, va a ser desalojada de su casa, que sale esta semana a subasta, me permito anunciar las últimas noticias del caso, a la vez que enlazar y reproducir una buena crónica aparecida en un diario local que lo ilustra perfectamente. Desde Stop Desahucios Albacete no vamos a dejar a esta familia (ni al resto), ni vamos a cejar en nuestros objetivos. También queremos dar las gracias a toda esa gente que está acudiendo a firmar cada vez que sacamos mesas a la calle, la ILP por la dación en pago retroactiva, que en toda España pretende conseguir 500.000 firmas en 5 meses. Tras la pasada cacerolada a Bankia, de la que ya dimos cuenta en este mismo blog (Cacerolada en BANKIA por permitir «Un desahucio muy especial»), esta semana tenemos intención de grabar un spot de apoyo a esta familia y también queremos iniciar una campaña para llenar los balcones de Albacete de mensajes de apoyo a Joseph y Toñi con el fin de continuar presionando a Bankia que se niega tanto a devolver los avales firmados, como a negociar. Seguiremos informando. La crónica de Pueblo decía: «Una familia albaceteña lleva una década esperando a conseguir las escrituras de su casa». Hace 22 años que José, su nombre en español, llegó a nuestro país desde Marruecos y contrajo matrimonio con una española. En la actualidad tiene una hija de catorce años y un hijo de nueve, continúa casado, reside en Albacete y trabaja en una ong de la capital. Su situación sería estable si no fuera porque está a la espera de saber cuándo se va a subastar el piso en el que vive con su familia, un edificio de nueva construcción, y que adquirieron hace pocos años con la ilusión que cualquier pareja tiene cuando consigue una vivienda pagada con su esfuerzo. Su casa se encuentra en el conocido como sector 12 de la ciudad, en concreto en la segunda planta. José Mata aguarda en el salón de su piso con todos los papeles y la documentación que corrobora su historia encima de la mesa. Junto a él está sentado uno de los miembros más conocidos de la plataforma Stop Desahucios de Albacete, Javier Marcellán. “Teníamos muchas ganas de tener nuestro propio piso y conocíamos al dueño de una constructora porque venía con nosotros a la Iglesia. Nos vendía una vivienda en el sector 12, más dos plazas de garaje, por 169.000 euros. Y accedimos”. La edificación por entonces aún estaba en obras. “Como cualquier familia, veníamos con los niños para enseñarles dónde íbamos a vivir en poco tiempo, ilusionados”. En diciembre de 2003, y según muestran los documentos de avales bancarios, José realiza el primer pago de 48.000 euros por esta casa. “Como lo conocía me fié de él, y me dijo que al día siguiente me traería las escrituras del piso para firmarlas”. Pero eso nunca pasó. Así fue transcurriendo el tiempo, con excusas y promesas, y en noviembre de 2006 se produjo un segundo pago de 30.000 euros. Ambos avalados por la firma tanto del director como del subdirector de la Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante, actual Bankia. Mata certifica también que “quedó acordado que el contrato de compraventa se tenía que hacer a los 30 días tras la terminación del edificio”. Las llaves de la vivienda fueron entregadas en agosto del año 2008. Desde la entidad financiera se mandó un burofax a la constructora en el que se les daba citación para que acudieran a una reunión, en la que también se encontraría el propio José, en la que se firmarían las escrituras de la casa. El encuentro debía producirse el 20 de enero de 2009 a las 12.00 horas. “Pero nunca acudió el dueño y aquí tengo el acta notarial que demuestra que la apoderada de la Caja de Ahorros firmó que a las 12.30 horas aún no se había presentado”, afirma mostrándonos dicho documento. En 2010, José Mata acude a los Juzgados de Albacete para “formular demanda ejecutiva contra la Constructora”. Según la sentencia que nos muestra, Mata ganó el juicio, tras lo cual el juez mandó una nota informativa al Registro de la Propiedad instando a que le fueran dadas las escrituras de la vivienda. “Pero el constructor salió indemne puesto que se declaró insolvente”. Entonces, ¿cuál es el problema para que José no tenga sus escrituras, ya que sí posee los pagos, avalados por el banco, en cuyos documentos aparece la casa en la que vive? Javier Marcellán nos explica que es “aquí donde está el principal problema. En el año 2006, no se sabe por qué, el banco mandó a una persona de una agencia tasadora a tasar de nuevo la vivienda. Por supuesto, estas agencias no son independientes, sino que pertenecen a los propios bancos. Es una de las peticiones que hacemos desde Stop Desahucios, que estos agentes trabajen independientemente”. En 2006, el agente tasador valoró la vivienda de José en 283.486 euros, es decir, 114.486 euros más que el precio por el que accedió a firmar su compra. “Yo no hubiera pagado la otra cantidad por este piso en un principio. Pero hay una sentencia en contra del constructor, que me estafó sin darme las escrituras. Pero yo hice mis pagos, que suman 78.000 euros y que el propio banco firmó y me los avaló. Saben que no se presentó a escriturar mi vivienda. Luego la sobretasaron y ni tan siquiera quieren devolverme mi dinero”. Como no puede pedir una hipoteca sobre una casa de la que no tiene las escrituras, José se abrió otra cuenta en la que ha ido ingresando, cada mes, el importe que hubiera correspondido de haberla tenido. “Así, si algún día me dan la razón, me reconocen los avales, me hacen las escrituras y solicito una hipoteca, sólo tendría que pasar el dinero de una cuenta a otra”. Pero pasaba el tiempo y la situación parecía estar en un continuo stand by. “Pedí que, de no haber otra forma, se quedaran con el piso y que me devolvieran el dinero. Eso tampoco les convino. Decían que tienen que seguir estudiando documentos. No han querido negociar conmigo y el director de Bankia no quiso recibirme”. El pasado mes de enero, de este mismo 2012, José Mata, junto con la Unión de Consumidores, interpone una demanda de procedimiento ordinario por deuda garantizada con aval bancario contra Bankia. Pero lo peor aún estaba por llegar y vino poco después. En el mes de febrero, la familia de José recibió un informe mediante el cual eran informados de que su vivienda quedaba embargada y que se abriría un procedimiento de subasta de la misma. “Me dicen que puedo entrar a concursar en la subasta pero, claro, sin contar con los 78.000 euros que ya he pagado. Yo no tengo la culpa de que el dinero que el banco dio a la constructora haya desaparecido. Yo ya gané ese juicio”. Pidieron al juez que antes de que se produjera el embargo le dejaran terminarla causa en contra de Bankia, a lo que recibiern como respuesta que “no había lugar a la suspensión del embargo por causa de prejudicialidad civil”. El pasado mes de mayo, una carta más: en breve se subastará la casa. No saben fecha concreta. Sólo les queda esperar. “Soy el único caso de España de toda la red de Stop Desahucios en el que he pagado, estoy pagando y quiero seguir haciéndolo y, aún así, me quitan mi casa y me quedo sin el dinero que he puesto. He hecho reformas en la casa. Todo lo voy a perder. Esto es una injusticia”. Un piso para vivir que les está quitando la vida. Un parque de viviendas sociales, una alternativa Cada día un nuevo drama familiar se suma a la larga lista de personas que ven cómo las ilusiones que pusieron en su hogar se desvanecen. José Mata y su familia están, incluso, con tratamiento psicológico. Son ya muchos los años en los que se han visto sometidos al estrés y a la ansiedad que causa la incertidumbre. Pero no son los únicos. Javier Marcellán afirma que han “pedido al Ayuntamiento un parque de viviendas sociales y con Urvial, en el que se puedan acoger a familias con las de José Mata. Se quedarán sin piso y no tendrán dónde ir. Y son cada vez más los casos de desahucio. Hay otras ciudades en las que ya se ha hecho, como Zaragoza o Tarrasa. La obligación de las autoridades es que el ciudadano no se sienta desprotegido ante la banca. Nosotros no vamos con la ideología, vamos con las personas”, asegura. * Si te ha gustado, COMPÁRTELO y/o VÓTALO: