Casi toda América del Sur preocupada hoy -en la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) que se celebra en Quito-, por el tema de las bases estadounidenses en Colombia, -y yo creo que con razón-, y el gobierno Español, apoyando a Uribe en su polémica decisión de ofrecer hasta siete bases, cuando EEUU le pedía tan solo cinco.
El pasado jueves 30 de julio, el que suscribe, ya publicaba que estas bases eran “un peligro potencial que seguramente desestabilizarían la zona”, pues era fácilmente deducible esa aviesa intención americana de convertir a Colombia en el nuevo gendarme del imperio (que en los 80 ejerciera Honduras, y cuyo actual golpe de estado no digo yo que no tenga nada que ver con Obama) y eje de la expansión y represión de los EEUU en la zona. Una opinión coincidente con la que el embajador nicaragüense en España, Augusto Zamora, expresaba ayer mismo en el diario Público.
No tardaron en protestar primero Chávez (Venezuela) y Correa (Ecuador) en términos muy parecidos y, si bien de manera menos contundente, por ahí expresaban sus dudas después Lula (Brasil) y Evo Morales (Bolivia) y luego, aunque mas condescendientes, las presidentas Kirchner (Argentina) y Bachelet (Chile). Hasta nuestro ministro de exteriores, Sr. Moratinos pedía a EEUU que intente «evitar una militarización de América Latina“, palabras que De la Vega hizo que se tragara y que reconociera que “carecía de toda la información”.
Enfin, lo dicho, que me parece lamentable que el Sr. Uribe Vélez, en su gira por intentar convencer a sus colegas de que el nuevo acuerdo militar con Washington no supone ningún peligro para la región, donde sólo encontró el apoyo del peruano Alan García, y en la España del Sr. Zapatero, encuentre un inusitado eco, que ya me parece que comienza a ser sospechoso. Tanta amistad con un presidente genocida con el que sus últimos acuerdos han sido para conseguir efectivos que sumar a los españoles para aumentar nuestra presencia en Afganistán no me gusta ni un pelo.
Si con Uribe, ya tenemos un mas que seguro aumento de la carrera armamentística mundial (que en eso España ya es la 8ª potencia del mundo), ya es hora de trabajar por la desmilitarización de Latinoamérica. Y para ello, mas nos vale, no ser tan pro-atlantistas (y lo dice un damnificado por la próxima apertura de la escuela de pilotos de la OTAN –TLP– en la Base aérea de Los Llanos en Albacete), apoyar el estado de derecho hondureño (y mañana se celebra un día de acción mundial por Honduras), censurando nuevamente el golpe de Estado, y rectificar en nuestras tan buenas relaciones con Uribe, lo diga Obama o el sursuncorda.
Lo de Uribe no tiene palabras.