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Votar responsablemente y sin olvidar

Luis Angel Aguilar Montero (*)
En Albacete, como en Castilla la Mancha, parece darse por sentado que el PSOE barrerá en las próximas elecciones y, además, que lo hará por mayoría absoluta. Pero “hasta segar todo es hierba”, que reza el dicho popular, y la última palabra la tenemos los ciudadanos el próximo 25-M. Pues es posible que no se nos hayan olvidado algunas promesas incumplidas o los garrafales errores cometidos. Con ese lamentable estilo de hacer política al que hoy nos tienen acostumbrados los partidos mayoritarios, no es de extrañar que usen las mismas artimañas electoralistas sobre todo al final de campaña.
El Partido Popular, por ejemplo, nos quiere condicionar nuestro voto, aprobando a última hora unas medidas sociales (familias numerosas, discapacitados, …) o unas supuestas ventajas para los inmigrantes, para ver si con ello se nos olvidan sus pésimas gestiones en asuntos tales como el «Prestige», la guerra contra Irak, el decretazo, las leyes de extranjería o las represiones a los Movimientos de Resistencia Global. Pero no, señor Aznar, no se nos han olvidado y sus tretas utilizando a la Junta Electoral Central para que quiten los carteles del «No a la guerra» en los colegios electorales, no le va a servir de mucho, pues muchos fuimos los que estuvimos en la calle, aunque le pese.
El Partido Socialista, por su parte, tampoco le va a la zaga y se cree que, regalando macetas o claveles en los invasores, vendiendo sonrisas y besos al estilo más populista, haciendo inauguraciones de corre prisas, sea un aeropuerto o una fábrica de harinas, o difundiendo los supuestos presupuestos participativos, como el «Porto alegre manchego», este PSOE –repetimos- se cree también que así nos hará olvidar los hitos de su mala gestión, casi siempre de espaldas a los ciudadanos a los que dice representar.
Pero resulta que no se nos ha olvidado que en julio del 99, nada más empezar su mandato, se aprobaron una subida de sueldos del 60 %, superando incluso la media nacional; ni que en Octubre del 99 aprobaron la construcción de un campo de golf, sin licencia municipal, y con la inestimable colaboración de Don José Bono, que lo declaró de «singular interés regional», y que curiosamente, fue apoyado en el célebre manifiesto que firmaron 8 de los 10 fundadores de dicho campo; ni se nos ha olvidado que ese mismo mes aprobaron 1.600 millones de Ptas. para el Alba (al que ya se le habían aportado otros 4.000 en 8 años), ni que en mayo de 2000 se fueran los concejales de vacaciones a Nueva York, pagados por la Caja de Castilla Mancha; ni que en septiembre de 2000 se desoyeran a los 10.000 albacetenses que nos echamos a la calle por el trazado sur del AVE, ni que en abril de 2001 se dimitiera al presidente de la diputación sin que se hayan dado explicaciones más o menos convincentes; ni se ha olvidado esa transgresión al reglamento de participación ciudadana al no convocar el referéndum del parque que habían pedido mas de 8.000 personas, y esto sólo por recordar las cosas más sonadas.
Nosotros, como creyentes de una iglesia de base, claro que reconocemos que desde la óptica de los pobres, se han hecho mejores cosas cuando ha gobernado el PSOE, que cuando lo ha hecho el PP; entre otras cosas porque estamos por la Izquierda -no la que dicen representar los Sres. Bono o Zapatero-, sino por una verdadera izquierda que priorice el bien común de TODOS los ciudadanos, no solo de los mas satisfechos y por una democracia real de base y no meramente formal y profesionalizada.
Por eso y pese a todo hay que votar y hay que hacerlo de manera responsable y no desde las caras mas o menos simpáticas, ni mucho menos desde las mentiras que nos venden como verdades desde unos medios de comunicación cada día más controlados y, aquí en Albacete, sabemos muy bien, tanto en prensa, como en televisión. Votar responsablemente es elegir las personas y programas que mejor garanticen la defensa del bien común en general y de los que menos tienen, en particular, pues es muy triste ver como los programas de los partidos mayoritarios van dirigidos a la población satisfecha y en la práctica poco hacen (aunque a veces dicen) por los más débiles. No fuimos nosotros, sino la Conferencia Episcopal Española quien en 1988 escribía “al pensar en el bien común hay que considerar las necesidades de la mayoría de la población, especialmente de los más necesitados, antes que los mismos derechos particulares de los grupos más privilegiados” (Católicos en la vida pública).
En fin, tengamos todo esto en cuenta y recordemos aquello de que “El poder corrompe; y el poder absoluto, corrompe absolutamente” para tratar de evitar las mayorías absolutas. Tampoco el bi-partidismo es algo que mejora las democracias, pues al final, laboristas y conservadores se suceden alternativamente en el poder y dictan leyes y normas para dificultar que entre otro en discordia (recordemos la tramposa Ley de Hont, que penaliza a los partidos minoritarios), cuando esto es absolutamente necesario. Hoy, más que nunca, necesitamos una tercera fuerza en nuestra política, como necesitamos las listas abiertas que favorezcan una verdadera participación, las consultas populares o la crítica interna en los partidos.
Finalmente, a los que salgan elegidos en las urnas queremos decirle que nuestro voto no es un cheque en blanco, que los ciudadanos hoy salimos a la calle porque queremos participar y ser escuchados. Que no se olvide ese mandato popular porque algo esta cambiando en nuestra sociedad.

(*) Por la Comunidad Cristiana “El Olivo”

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