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NI RESIGNACIÓN, NI ABSTENCION. HAY ALTERNATIVAS EN LA IZQUIERDA EUROPEA


A un mes de las elecciones europeas, hemos de hacer un esfuerzo renovado para luchar contra aquellos instrumentos que, en mayor o menor medida, contribuyen a la consolidación de un modelo capitalista y neoliberal tan injusto en nuestro continente: el Tratado de Lisboa, la directiva de las 65 horas, la directiva Bolkenstein, o la directiva de la vergüenza, son las excusas perfectas que los gobiernos de turno ponen como excusa para justificar sus actuaciones represivas, regresivas e inmorales cuando sus mismos europarlamentarios son los que aprueban dichas directivas.

El paro, la precariedad laboral, las migraciones forzadas por razones económicas, los desequilibrios económicos y medioambientales, la crisis del agua y de la energía, el cambio climático, los conflictos locales por el control de los recursos, el peso de los poderes especulativos frente a la economia real, la pérdida de control de la economía por parte de los poderes públicos y el deterioro democrático que todo ello conlleva no son problemas que se vayan a solucionar ni lentamente ni de la mano de nuestros gobiernos conservadores, aunque en algunos sitios se digan de izquierdas o socialdemocratas. Son problemas que el sistema capitalista genera y que están agravándose con las politicas que se practican.
IU es necesaria en Europa, para invertir esta dinámica absurda e injusta. Por eso es hoy día mas necesaria que nunca, entre otras cosas, para que, en el conjunto del Estado, haya una voz clara y firme que presente una alternativa al Tratado de Lisboa y trabaje por la Europa democrática, de los derechos sociales, la solidaridad y la paz. Nuestra apuesta sigue siendo firme para seguir construyendo el Partido de la Izquierda Europea desde la voluntad de converger con el conjunto de la izquierda alternativa europea.

IU es necesaria en Europa, también para impugnar, en el Estado español, un nuevo modelo de crecimiento que se ha basado, en los últimos años, en un desarrollo desorbitado de la construcción, la especulación y la agresión al medio ambiente, y que ha provocado una asalto espectacular sobre el territorio y, muy especialmente, sobre nuestro litoral.

IU es necesaria en Europa por el incremento del precio de la vivienda que ha supuesto uno de los factores más espectaculares de pérdida de poder adquisitivo y de calidad de vida de los españoles y españolas en los últimos decenios sin que se haya tratado de evitar mirando para otro lado cuando se forraban los grandes constructores y dándoles facilidades después al llegar la crisis.

IU es necesaria en Europa porque ya no hay otra izquierda que valga. El Gobierno de Zapatero ha girado con más nitidez a la derecha en este inicio de legislatura. Ello se ha hecho patente en su propia composición, en las medidas de rebaja de impuestos a la elite económica de nuestro país, el incremento de las tarifas eléctricas y los privilegios a los grandes consumidores, etc. La senda elegida en el plano económico es la que más se distancia de las necesidades reales de la ciudadanía.

IU es necesaria en Europa para romper el bipartidismo o, lo que es lo mismo, la construcción de un sistema político estructuralmente subordinado a la lógica de los poderes dominantes y separado de cualquier idea de emancipación social.

IU es necesaria en Europa porque puede y debe impulsar una salida democrática a la crisis por la que sea posible la intervención pública de la economía, con un amplio sector público que permita una planificación democrática para abordar las prioridades económicas y sociales de la mayoría en el marco de un desarrollo sostenible.

IU es necesaria en Europa, en fin, para impulsar la solidaridad entre todos los trabajadores y trabajadoras por encima de su orígen o raza; para asegurar el futuro de las nuevas generaciones en el marco de un desarrollo sostenible; para impulsar la solidaridad entre todas las clases populares por encima de cualquier conflicto territorial; para impulsar, en fin, los valores y las políticas asociados al ecologismo político, la igualdad de género, el federalismo, el pacifismo, el republicanismo y la radicalidad democrática.

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