Los hechos son tozudos y cada día que pasa nos dejan más claro el camino a seguir. Nuestra Constitución Española de 1978, otrora intocable, incuestionable y “consensuada” ha dejado de ser legítima, aunque siga siendo legal y vigente, y así lo declaramos en Cádiz el pasado 17 de marzo, fecha en la que precisamente “el sistema” celebraba el aniversario de la Pepa. La Constitución actual ya no es legítima -entre otras muchas causas- por tres bien patentes: 
1. No ha sido votada por quienes tienen menos de 52 años y cualquier generación tiene derecho a elegir el ordenamiento jurídico y constitucional bajo el que desea vivir. 2. No ampara aquellos derechos fundamentales que dice garantizar. Los derechos al trabajo, a una vivienda digna o a los servicios públicos, son conculcados día a día. 3. Ha sido reformada en tan solo 15 días, rompiendo el pacto constitucional, mediante una llamada entre los dos líderes del bipartidismo español, tras una imposición de los mercados financieros, sin referéndum alguna ni consulta al Parlamento y todo, para incorporar que la sacrosanta deuda, será la prioridad sobre cualquier otra necesidad, derecho, gasto o inversión. 
Si examinamos con seriedad las terribles consecuencias de los últimos asaltos económicos, corrupciones políticas y recortes sociales que están aconteciendo, no concluiremos nada más que nos encontramos en una situación de emergencia nacional, o como gritamos en las calles “No es una crisis, que es una estafa”. Una tremenda estafa global y un verdadero saqueo del estado social que lastra bajo las alcantarillas los intereses y necesidades del 98% de la sociedad frente al 2% de los poderes económicos. 
Ante dicha situación no nos queda otra que unir a esa gran mayoría silenciosa que somos los afectad@s para que de una vez por todas, tome y ejerza el poder constituyente que le corresponde. Ya no basta con estar indignad@s, ya no basta con salir a la calle a protestar, ya no es suficiente secundar las huelgas de todo tipo (todo ello bien necesario, sin duda), ni siquiera es suficiente conseguir algunos cambios que pese a ser necesarios (como ocurre con la dación de pago) no solucionan la crisis que es “de sistema” sino que, con la connivencia de las voces a veces mas progres del país, desvían la verdadera raíz del problema hasta el punto de enquistarlo. Es por todo ello que ya somos mas de los que creemos, que hay que caminar en la línea de abrir un nuevo proceso constituyente que, desde la base –Asambleas Ciudadanas Constituyente- pueda ser debatido y finalmente pueda llevarnos a un referéndum vinculante que apruebe una Nueva Constitución, nacida del pueblo, hecha por el pueblo y para el pueblo. 
Por eso desde hace casi un año, miles de personas se están movilizando en España. Ya se han realizado sendos encuentros estatales en Sevilla y Cádiz y ya hay una docena de Asambleas Ciudadanas Constituyentes repartidas por todo el país. Por eso nace PACCA, Promotores de Asambleas Ciudadanas Constituyentes de Albacete, porque queremos forzar a los poderes del estado a cambiar esta injusta ley electoral para establecer un sistema electoral más justo donde el voto da cada hombre o mujer valgan lo mismo; porque queremos que se llegue después a unas elecciones generales que puedan elegir un nuevo parlamento constituyente, entonces sí surgido democráticamente; y porque sólo entonces, se pueda dar carta de ciudadanía a esa nueva constitución que habría nacido de las asambleas constituyentes. Para saber más: • El blog de #Constituyentes.org • El grupo de Facebook, y • En Twitter. * Si te ha gustado, COMPÁRTELO y/o VÓTALO:
