Ante el nuevo atentado imperialista contra uno de los pueblos del Sur, os adjunto el escrito que al pueblo boliviano, hemos dirigido tanto las Comunidades Cristianas Populares del Estado Español (CCP), como la red SICSAL de la que forman parte todos los Comités de Solidaridad Oscar Romero de todo el mundo.
Como se sabe, en Bolivia hay hoy día dos grupos sociales bien diferenciados y enfrentados. De un lado y con su presidente Evo Morales, tenemos a los indígenas, los empobrecidos, los campesinos, los excluidos, vamos la mayor parte del pueblo. Del otro y en clara oposición a Evo, los ricos, las familias más acomodadas que no aceptan los derechos de los indígenas y con la intransigencia que les caracteriza y unas actitudes verdaderamente racistas, se han lanzado a las calles a destruir las sedes e instituciones estatales, así como a perseguir y atacar a indígenas y campesinos. Y a todo esto, la prensa internacional -entre la que se encuentra nuestro cada día más denostado «El país»- o mira para otro lado o como tambien hace en el caso colombiano, se posiciona al lado del imperio y de los propios intereses.
Muy queridos hermanos del pueblo boliviano:
En este momento histórico presentamos a nuestro hermano pueblo BOLIVIANO nuestra solidaridad sentida y nuestro acompañamiento y cercanía por la hora aciaga de sufrimiento y de resistencia heroica que está atravesando.
Cuando hace poco, nuestro querido hermano Evo Morales recibió el respaldo mayoritario de su pueblo que con 68% de la votación resolvió DECIRLE QUE SI a su gestión gubernamental, sentimos el gozo de que –a través de las urnas- una vez más se ratificaba a uno de los gobiernos paradigmáticos de nuestra Abya Yala.
Pero estábamos seguros que las fuerzas imperiales unidas a los grandes poderes del capital transnacional e interno de Bolivia, no iban a cejar en su intento de impedir, por cualquier medio, que el gobierno de los pueblos excluidos continúe en su tarea de defender los derechos de las mayorías, los derechos de los pueblos originarios e implantar la justicia histórica en tierras bolivianas.
Queremos llegar con nuestra voz de indignación frente a los grandes desmanes y atropellos provocados y programados desde los sectores retardatarios y ultraconservadores de Bolivia que están empeñados en incendiar el país con claros fines desestabilizadores.
Así mismo queremos exteriorizar nuestro apoyo a la decisión gubernamental de expulsión del Embajador norteamericano de tierras bolivianas porque ha demostrado injerencia en los asuntos internos de Bolivia ya que sus acciones coadyuvaron directamente a frenar el proceso de cambio que exige el pueblo boliviano.
En Bolivia, como en Cuba, Venezuela, Ecuador y Paraguay está en juego todo un proyecto de vida que desafía al proyecto neoliberal que ha venido engendrando muerte, corrupción y empobrecimiento secular en nuestros pueblos ricos en recursos, biodiversidad, cosmovisiones y valores milenarios.
Respaldamos el gobierno legítimo y recién legitimado de nuestro hermano Evo Morales y hacemos un llamamiento solidario a cuantos nos sentimos defensores de los pueblos explotados, a mantenernos vigilantes del proceso boliviano en donde se libra una de las batallas más grandes contra el neocolonialismo racista que se resiste a desaparecer.
Exhortamos a la Comunidad Andina de Naciones, a la comunidad latinoamericana, a los países del Grupo de Río y a la Organización de Estados Americanos a dar su apoyo al gobierno democrático de Bolivia, y al pueblo boliviano agredido.
Hacemos un llamado de fidelidad a la causa de la liberación, a todos quienes en Bolivia están comprometidos con el mensaje del Evangelio de Jesucristo Liberador y viven la opción preferencial por los pobres, pilares de una auténtica identificación con las luchas del pueblo.
Nos solidarizamos con los pueblos milenarios y con todos los actores sociales del pueblo boliviano que con dignidad y entereza son ejemplo de lucha, resistencia y decisión.
Seguimos soñando en la posibilidad de una Sociedad Nueva, en la construcción de una América Latina Liberada, Digna, Unida y Soberana.