Un “escudo social” para la mayoría de la gente, es el título que la revista de cristian@s de base, UTOPÍA, me encargó como reflexión, dentro del año dedicado a la «Ética y política al servicio de la vida«. Por eso, con tu aquiescencia -querido/a lector/a- publicamos aquí una versión corregida y ampliada del mismo por si es de tu interés.
Y también, la publicamos ahora -así-, porque me parece que en estos diabólicos tiempos en los que el odio, los fakes, las desinformaciones y las noticias manipuladas, no nos permiten reconocer las buenas nuevas, cuando éstas ocurren porque -como en este caso-, a las derechas y ultraderecha, así como al grueso del sistema (con sus múltiples tentáculos de cloacas políticas, policiales, mediáticas y hasta judiciales), lo que le interesa es que caiga el gobierno de coalición a toda costa; como para reconocer que algo están haciendo bien.
Ni todos los políticos son iguales, ni las políticas, ni los gobiernos.
Cuando decimos que todos los políticos son iguales, además de cometer una enorme injusticia dejamos en el aire ese determinismo histórico que promueve siempre la derecha -“No os metáis en política”- y pareciera que la política hubiera perdido el sentido del bien común.
Pero no se puede generalizar, porque ni Gerardo Iglesias, Julio Anguita o el mismo Pablo Iglesias, fueron lo mismo que Aznar, González o Casado, ni por asomo, Yolanda Díaz es lo mismo que Pedro Sánchez -y mucho menos que sus congéneres- Isabel Díaz Ayuso, Macarena Olona, Esperanza Aguirre o Rocío Monasterio.
No, ni todos los políticos son iguales, ni todos los gobiernos tampoco. Y esto tiene que verlo un pueblo maltratado y empobrecido porque, de lo contrario, seguirá apoyando sin querer, a quienes les hace la vida más difícil, aunque hablen de comunismos y libertad.
Por eso, en esta reflexión queremos poner en valor cómo el gobierno de coalición, al que las derechas tildan de ilegítimo y quieren derrocar antidemocráticamente con tretas, fakes y malas artes, ha hecho más por el bien común de la mayoría de la gente que todos los anteriores. Y esto, además de decirlo, lo vamos a demostrar principalmente con el conjunto de medidas llamadas «escudo social».
Si, ya sé que el Ingreso Mínimo Vital– medida estrella del escudo social- debido a un diseño inicial excesivamente burocrático, no está cumpliendo todas las expectativas para las que fue creado (precisamente por los palos que ponen bajo las ruedas los poderes antes mencionados y hasta el mismo PSOE, con el que U.P. tiene que batirse el cobre de una manera única y novedosa en España…
Ya sé que todavía no se ha derogado la Ley Mordaza (hasta los policías próximos a VOX (que no todos xD, salen a la calle desoyendo las recomendaciones de Europa y de la ONU) y que las reformas laborales del PP (y ojo, también la tan regresiva como aquella del PSOE) aún no se han derogado (aunque faltan 2 años y Yolanda Díaz ha puesto de acuerdo a Sindicatos, políticos y patronal)… y todo lo que falta por hacer…
La propaganda frente a lo innegable.
Pero, ¿Quién se atreve a negar que la histórica subida del SMI (eso si que fue un escudo social) que pasó de los penosos 600 y pico euros a los 965€ (forzada por Unidas Podemos, que todo hay que reconocerlo) no ha sido un beneficio para la mayoría de la clase trabajadora, esa que luego se cree el cuento de que los malos son los de izquierdas?
¿Quién puede negar que las leyes para suspender los desahucios sin alternativa habitacional y en situación de vulnerabilidad, o aquellas que evitaran los cortes de suministros de agua luz y gas para quienes no pueden pagar sus recibos, no son una mejora para la mayoría de la gente, incluida esa gente pobre que dice que va a votar a VOX?
¿Quién puede negar que no sean un verdadero escudo social las leyes que garantizan la ampliación del derecho al bono social para determinados colectivos en situación de vulnerabilidad o la ampliación de la solicitud de prórroga del contrato de alquiler durante 6 meses para evitar subidas abusivas o las medidas sobre grandes propietarios: cuando el inquilino/a se encuentre en situación de vulnerabilidad, el gran propietario tendrá que decidir entre realizar una quita del 50% del alquiler o una reestructuración de la deuda a lo largo de, al menos, 3 años?
¿Quién puede negarme que, aunque insuficientes, jamás un gobierno –ni los del PSOE- ha aprobado medidas y ayudas a los y las autónomas para evitar muchos cierres de empresas, la aprobación de los 7.000 millones de ayudas directas para hostelería, turismo y comercio, o la aprobación de la Ley Rider para acabar con el fraude de los falsos autónomos.?
Y ¿Quién puede negar que jamás un gobierno –ni los que se llamaban de izquierdas-, aprobaron unos ERTEs –que no EREs-para evitar que la gente que peor lo pasa en las crisis tuviera que ir al paro, primero, y al suicidio, después? ERTE, que han salvado millones de empleos y cientos de miles de empresas… ¿No han sido un escudo social aunque no una fortaleza?
Los logros del gobierno de coalición en materia social.
No voy a terminar aquí, aunque me puedan acusar de infiltrado gubernamental, porque, en contra de lo que silencian y minimizan los medios, en tan solo media legislatura, la lista de logros –de lo que se ha venido a llamar “Escudo Social”- y que han supuesto una mejora de la vida para la mayoría de la gente y/o para algunos sectores sempiternamente olvidados, es bien larga.
Media legislatura -por cierto- que, afortunadamente y tras la reciente aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el 2021 que conllevan un aumento de la inversión social sin precedentes y probablemente sean los presupuestos más expansivos de la historia y los que puedan por fin. poner fin al dogma fracasado y neoliberal de la «austeridad», seguirá probablemente hasta el final de su mandato.
PAH
37 leyes y 60 decretos ley.
Así -durante esto dos últimos años- además del SMI, de los ERTEs, del IMV, de la prohibición de los desahucios o de las ayudas a los autónomo, ya citados como base del llamado «escudo social», la lista de medidas adoptadas por este gobierno de coalición podría aburrir y exceder la extensión solicitada por la revista UTOPÍA para este artículo, simplemente citaremos algunos otros de los más de 60 decretos leyes convalidadas y de la 37 leyes aprobadas solo durante esta legislatura y hasta el 31 de octubre de 2021 y sólo referidas a las presentadas por UP que podéis ampliar en mi muro de Facebook del 16 de noviembre
A saber, y como mera enumeración, terminaría con los siguientes:
La Ley de la Eutanasia, la garantía Integral de la libertad sexual con la denominada Ley «Sólo sí es sí», la Ley de salud mental, la Ley de regulación integral del cannabis, la prórroga de la consideración como esenciales de los servicios de protección y asistencia a las víctimas de violencia de género, la Ley de memoria democrática, la limitación de la agresiva publicidad de apuestas deportivas y juegos de azar, la reducción de las tasas académicas en la universidad, la nueva Ley de vivienda, la Ley Trans-LGTBI, la Ley de protección y derechos de los animales, la Ley de diversidad familiar y apoyo a las familias, la Ley de cambio climático y transición energética, el establecimiento de precios mínimos en el campo, proteger así a pequeños productores agrícolas y ganaderos, el plan de choque para bajar la factura de la luz, Ley Rhodes para garantizar la protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, la prohibición del despido con la falta de asistencia al trabajo por baja médica como causa de despido objetivo, la derogación de la denominada Ley Berlusconi que aprobó el PP para que sus dirigentes salieran impunes de los casos de corrupción, la Tasa Google y la Tasa Tobin para gravar los beneficios de las grandes multinacionales, la nueva Ley de educación (LOMLOE) que deroga la LOMCE del PP, la despenalización de los piquetes, poniendo fin a la criminalización del derecho constitucional a la huelga, la regulación del trabajo a distancia para proteger a los trabajadores, se reforma el reglamento de extranjería para favorecer la integración de menores extranjeros y jóvenes ex tutelados, la Ley de residuos y suelos contaminados, las medidas para reducir la temporalidad de los interinos, la reforma del artículo 49 de la Constitución sobre las personas con discapacidad, la recuperación del IPC como única referencia, revalorizándose las pensiones cada año con la inflación media del ejercicio anterior… Uff ¡qué parrafaco! ¿Sabían todo esto?. Pues ya lo saben.
Medidas y derechos sociales, en definitiva, para tratar de garantizar una vida digna para la mayoría más empobrecida de la gente y que puede suponer la cuarta pata de cualquier Estado del bienestar que se precie, si las políticas están al servicio de la vida. Salud, Paz y Bien.