Tema espinoso, donde los haya, el de la financiación de la Iglesia Católica, sobre todo para los que -como este infrascrito- se sienten dentro de ella, aunque muchas veces avergonzados por unos jerarcas que dicen representarnos y que, como la mayoría de los partidos políticos, hoy ya no nos representan a tod@s.
Viene a cuento el comentario a raíz de la ya habitual campaña publicitaria del episcopado español “X tantos” por la que se nos anima a PONER LA CRUZ, -que no la otra mejilla, ni la del crucificado-, en la casilla correspondiente de la Declaración de la Renta o IRPF.
El problema no es que, quienes nos confesamos creyentes -como pasa en muchos países europeos con las distintas religiones-, autoricemos al estado a entregar a la Iglesia 200 o 300 euros, sino que este “donativo” no sale solo de los impuestos de quienes marcan “religiosamente” una o las 2 casillas, sino que se descuenta de la suma total recaudada y por tanto de la aportación de católicos, de ateos, de agnósticos o de creyentes en otras religiones, cosa que, con los crecientes grados de secularización social (más del 60%) y de falta de credibilidad (ver el último CIS), es a todas luces injusto.
Uno que ya se ha pronunciado en varias ocasiones para que mi Iglesia pague el IBI, y siempre por la denuncia del Concordato del 53 y de los Acuerdos con la Santa Sede del 79 -no como Rubalcaba que ahora dice querer denunciarlo cuando estando en el gobierno siempre se opuso-, lógicamente no puede sino sintonizar con los planteamientos de Europa Laica que año tras año, lanza su particular campaña, para reclamar a los contribuyentes españoles que no marquemos en nuestra declaración de la renta ni la casilla para financiar a la Iglesia católica, ni la dedicada a otros fines sociales.
No en vano -y si fuéramos justos- esta institución ya debería haber encontrado nuevas vías para su financiación que es a lo que se comprometió -en los citados acuerdos Iglesia-Estado– a hacerlo en el plazo máximo de tres años; claro que de eso ya hace más de 30 años sin que ninguno de los gobiernos ni del PP, ni del PSOE se hayan atrevido nunca a exigirlo.
No voy a enumerar todas las razones que justificarían estos argumentos –en el observatorio de la Laicidad de Europa Laica– hay más de 20 que ciertamente suscribimos, pero al menos si señalaré 3 falsedades o inmoralidades de esta nueva campaña eclesial:
• No es verdad, como dicen, que ganamos todos, sino solo la Iglesia Católica.
• No es muy ejemplar decir que se pide para los más necesitados, pues a Cáritas, como ella misma denunció el año pasado desdiciendo al Sr Rouco Varela, no se le aportaba sino el 2% (hoy casi el 5%), y
• No es justo, ni ético que el Estado aporte más de 11.000 millones de euros a la Iglesia Católica Apostólica y Romana cuando a la vez se los está quitando a la educación, a la sanidad, a la dependencia, a la cultura o a la investigación…Financiar actividades de una parte de la población (las de los católicos) en detrimento de las necesidades de interés general (como los servicios públicos) es a todas luces insolidario.
Lo cierto y verdad es que esta sempiterna e injusta situación debería acabar de una vez por todas y solo se me ocurre una manera. Mientras tanto lo de menos es poner la cruz o no, pues en virtud de los acuerdos económicos entre la Santa Sede y el estado español, este último, o sea todos los contribuyentes, deberá sostener obligatoriamente a la ICAR; ergo, la única solución es acabar con este anacronismo jurídico derogando el concordato y los susodichos acuerdos; lo demás es puro teatro.
Y como dicen mis hermanicos madrileños : También en 2013, como ciudadanos cristianos y POR LA AUTOFINANCIACIÓN DE LA IGLESIA, seguimos reclamando ¡NO A LAS CRUCES EN LA CASILLAS DEL IRPF!
En la misma línea se pronuncia hoy Europa Laica en su web: laicismo.org/detalle.php?pk=20859
Europa Laica denuncia las mentiras de la iglesia católica en su publicidad sobre la campaña del IRPF *(Por favor, ayúdanos a difundir… Gracias)
Posted: 05 May 2013 03:48 PM PDT. Fuente: laicismo.org
LA CONFERENCIA EPISCOPAL MIENTE… Y ADEMÁS LO HACE CON EL DINERO DE LOS IMPUESTOS DE TODAS Y TODOS LOS CONTRIBUYENTES… Y CON LA COMPLICIDAD DE LOS PODERES PÚBLICOS.. El mensaje que lanza la CEE a través de los medios de comunicación y de otras entidades públicas y privadas, con innumerables mentiras, se resume en: "AYUDA A LA IGLESIA" (por supuesto católica, para ellos no hay otra) "Y GANAMOS TODOS"…