Será testimonial. Será una pequeña acción. Puede que no sirva para nada. Será una acción simbólica sin más. No tendrá valor para mucha gente, como no lo tiene para los medios de “desinformación”. Y a veces serán poco más de 10 personas, (aunque alguna vez hayan sido 300). Aquí no se trata de inflar las cifras, ni que la subdelegación del gobierno tenga que desmentir las cifras; -un “gobierno civil” que permanentemente manda a sus “secretas” y que podrían perfectamente dar fe de lo que aquí decimos-.
Pero la realidad es que desde hace mas de 6 años, convocados por Albacete por la Paz, al principio, y más tarde también por la Plataforma contra la militarización de Albacete, un grupo de personas se reúnen todos los primeros domingos de mes, haga frio o haga calor, junto a la réplica de la Bicha de Balazote para gritar en silencio que paren todas las Guerras y con las únicas armas de unas cuantas velas encendidas y la fuerza de la palabra y el silencio.
Ayer domingo lo volvieron a hacer. Tan solo 15 personas. Tan solo 15 velas. Tan solo 15 minutos. La lectura del texto que se adjunta –en ésta ocasión no de una guerra concreta sino sobre las bases militares que nos agreden, precedió al tradicional minuto de silencio y luego algunos comentarios de los presentes.
¡Cómo me acordé de Diego!, el impulsor de la acción, en cuya foto de hace 80 meses pueden comprobar los incrédulos que esto es fe, constancia, valor y verdad. Descanse en Paz.
“Las bases militares no son buenas para la economía y el empleo, según los alcaldes afectado
La propaganda al uso se las prometía muy felices al afirmar que el escudo antimisiles de los EE.UU en Rota iba a ser la bicoca para todo el área de influencia de la base naval, y que el empleo iba a crecer a lo bestia.
Pero ahora se ve que no. Hace un par de meses ya lo comentábamos en una entrada llamada: ”Más marines no equivalen a más trabajo en Rota y Morón, pero sí a menor soberanía“. La empresa que suministra a la base, ‘Vinnell-Brown & Root Spain’ (VBR), acaba de despedir a otros 70 trabajadores españoles dentro del ERE (con estos ya llevan 119 despidos en el ERE) que llevan a cabo aprovechando la reforma laboral de Rajoy.
Los alcaldes de Morón de la Frontera, Utrera, Arahal, Los Molares, El Viso del Alcor, Alcalá de Guadaíra y El Coronil, se han reunido para valorar la situación y han realizado mociones de repulsa del ERE, exigiendo su paralización y pidiendo a las autoridades españolas solidaridad y defensa de los trabajadores españoles.
El Alcalde de Morón, tal vez viendo que el rollo de los beneficios de la base es una patraña, ha señalado
“Si sólo recibimos perjuicios, habrá que replantearse la necesidad o no de mantener esta instalación militar. Las bases, sin ningún beneficio para el territorio, son sólo plataformas de apoyo a un gobierno de Estados Unidos que ha decidido no contar con los trabajadores españoles”
y el Alcalde de Alcalá de Guadaira ha rematado señalando que
Si (la base) no deja riqueza y sólo nos deja el peligro que implica su cariz militar, “¿Entonces para qué la queremos?
Al parecer, los americanos han preferido traer su propio personal para la base e ir poco a poco prescindiendo de los trabajadores autóctonos.
Con todo ello se va al traste la idea de que las bases militares son una bendición para la economía local. Al contrario, son la peste en general por la propia actividad que despliegan, por el aumento de la peligrosidad que generan y, sobre todo, porque el espejismo del trabajo y la riqueza crean dependencia, impiden un desarrollo alternativo y, en algún momento, implican despidos, destrucción de la economía, colapso. Un puro espejismo. El militarismo, y ahora lo descubren hasta alcaldes que venían alabando la base de Morón, no nos defiende. Nos agrede”.
La próxima cita el 1 de diciembre a las 20 horas, como siempre. Otros lo llaman círculos de silencio. Da igual como se llame. Lo cierto es que como dice Eduardo Galeano, «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo»