“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro. El único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales. Hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba. Una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Así rezaba -textualmente- el memorando secreto de los EEUU que dio lugar al bloqueo de CUBA por parte de los EEUU (Y más o menos la misma justificación del posterior bloqueo a Venezuela).
Un “Memorándum secreto” elaborado por el Departamento de Estado del gobierno de los EEUU que hoy conocemos porque fue desclasificado en 1991. Este memorándum figura así en la página 885 del Volumen VI del “Informe del Departamento de Estados de los EEUU de 1958 a 1960”.
Como activista de la solidaridad que ama a Cuba
Aunque hablar de Cuba o Venezuela -sin asumir el discurso dominante y simplón de las supuestas dictaduras comunistas- supone ser borrado del mapa, de los medios y acabar con tu supuesta credibilidad como comentarista político…, como amante de esa bella y bloqueada isla y su gente (Ver la crónica de mi viaje a Cuba en este mismo blog) y en mi calidad de representante de una ONG por la defensa de los DDHH, desde la perspectiva de la Teología de la Liberación, como es FUNDALATIN, me sumo completamente, al movimiento de indignados por esta nueva agresión del imperio y grito como ellos: Dejad a Cuba vivir.
Con la Red mundialista en defensa de la humanidad y la CTC
El pasado 1º de mayo, ya tuvimos la ocasión de adherirnos al comunicado que exigía poner fin al inhumano bloqueo de Cuba y contra el pueblo cubano que, tal y como puede consultarse en LA TERCA UTOPÍA leyó en La Habana, la Central de Trabajadores Cubanos por iniciativa de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales “En Defensa de la Humanidad” que desde 2003 se constituyó como movimiento de pensamiento y acción contra toda forma de dominación y exclusión.
Con las 400 personalidades del mundo que piden dejar a Cuba vivir.
Lo hago asumiendo la petición de las 400 prestigiosas personalidades internacionales que acaban de firmar la Carta a Joe Biden ‘Let Cuba Live!’ para que acabe con el bloqueo de Cuba. Una carta publicada en el diario The New York Times, firmaban personalidades de la cultura o la política entre las que se encuentran Jane Fonda, Lula Da Silva, Rafael Correa, Pérez Esquivel, Noam Chomsky o Ignacio Ramonet. En ella, pedían -al presidente de EEUU- que anulara las medidas coercitivas de la Administración Trump sobre la isla en materia de exportaciones e importaciones y en muy pocos medios salió.
Y con los teólogos y miembros de la iglesia de Base Española
Y lo hago también asumiendo este otro “Manifiesto contra el bloqueo de Cuba”, cuya Carta dirigida al mismísimo JOE BIDEN, fue firmada anteayer en Madrid, por sacerdotes, laicos y teólogos como Benjamín Forcano, Javier Baeza, Emiliano de Tapia, Ana Bou, Felicidad Hernández, Nuria Suárez, Félix Placer, Rafael Díaz Salazar o Fernando Bermúdez.
Dada la cantidad de fakes, mentiras, manipulaciones y falsedades que, casi todos los medios de mayor tirada, han difundido en España y demás sociedades occidentales, creemos que hay que denunciar esta nueva burla al Pueblo Cubano, a su Revolución y a su Gobierno.
Porque “Callar en este caso y no salir por la verdad, la justicia y la solidaridad, sería ignorancia, cobardía o complicidad con el delirio imperialista, que no tiene ni nunca ha tenido verdadera democracia. Lo hecho con Cuba, lo harían con cualquiera otro que necesiten – y puedan- llegado el caso.
La carta titulada CUBA NECESITA MENOS MENTIRAS Y NINGÚN BLOQUEO, dice así:
Sr. JOE BIDEN: Regale Ud. a Cuba lo que de verdad necesita, que no es otra cosa que menos mentiras y –por supuesto- ningún bloqueo.
Lo que el 23 de julio ha publicado El País, es de vergüenza y de estulticia. De vergüenza, por ser tan indisimulado portavoz del imperio yanqui y de estulticia por tratar a los lectores de supuestos consentidores de esa vergüenza.
Un dato, no más: está en la información general que ningún país de la tierra se ha doctorado como Estados Unidos en despreciar y someter, sobre todo en América Latina, la dignidad de las Naciones y los derechos humanos de los ciudadanos, con sus invasiones y agresiones de todo tipo.
Están calculados los miles y miles de millones de dólares que le han robado y los incontables servicios tecnológicos y comerciales que le han negado con su bloqueo el más largo, injusto y cruel de la Historia.
¿Cuántas penurias, privaciones y sufrimientos actuales de Cuba se deben a este bloqueo? ¿Y cómo se atreve ahora, Sr. Biden, -y cómplices- a hacer denuncia y llamada ético – solidaria contra la dictadura represora del Gobierno de Cuba?
Y, para su memoria, conocimiento y responsabilidad, tenga estampado ante su vista la fecha y el contenido de su bloqueo, texto íntegro con el que hemos comenzado esta entrada.
Díganos, Vd. –continúa la carta a Biden- que se profesa político demócrata y cristiano, a la luz y pautas del concilio Vaticano II, díganos si piensa mantener el embuste, represión y bloqueo practicados durante 60 años por su país y sus Gobiernos contra la Revolución Cubana sin importarles el dictamen unánime de la ONU, que hace unos 30 años lo viene reprobando.
Y, desde esta perspectiva, creemos debiera interpelarle la declaración que el 12 de julio hizo el Episcopado Cubano, respaldado a su vez, por el Episcopado Estadounidense, y que se centra en tres cuestiones principales:
- Primera: “Tomar conciencia del deterioro de la situación económica y social que vive nuestro pueblo. El Gobierno ha tratado de tomar medidas que palien esas dificultades… y el pueblo ha expresado públicamente cómo algunas de esas medidas le están afectando seriamente”
- Segunda: “En lugar de resolver esos problemas, se está caminando desde un inmovilismo absurdo hacia un endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos”.
- Tercera: “La solución no puede venir del enfrentamiento, sino del entendimiento, de la escucha mutua, si se buscan acuerdos comunes y se dan pasos de todos para construir la Patria con todos y para el bien de todos. Es más necesaria que nunca una actitud de tolerancia que respete al otro, para juntos buscar caminos de una solución justa”.
La nación cubana siempre ha sentido fuerte la llamada a hacer de ella un hogar de hermanos y hermanas, bajo la luz e impulso de la Virgen de la Caridad, madre de Jesús de Nazaret, primogénito y hermano nuestro mayor y al que por siglos y en todos los rincones de la tierra, se lo viene proclamando Gran liberador de la Humanidad”
Finalmente añadir que todos los firmantes seguimos soñando con una sociedad simplemente humana, que nos una a todos –personas y pueblos- fraternalmente, en la que nadie se sienta menospreciado ni postergado, se dé jaque mate a los ídolos de la soberbia, del egoísmo y de la avaricia y nos guíen los dioses nuestros del amor, de la igualdad, de la justicia, de la solidaridad, de la libertad y de la paz.
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