El papa Francisco viaja a Lesbos para denunciar la expulsión de refugiados, pero no quieren que vea el «campo de concentración” en que la han convertido.
No me cabe ninguna duda de la buena intención de Bergoglio, ni de que sus palabras contra esta masacre y falta de solidaridad internacional serán duras, ni de que el grueso de su denuncia irá en la línea de lo ya declarado la isla de Lampedusa Italia), cuando aquellos terribles naufragios ocasionados por el éxodo…