y la posible amenaza de crisis humanitaria.
En apenas dos meses -en agosto 2017- van a celebrarse nuevas elecciones en Ruanda y mucho nos tememos el peligro de una nueva crisis humanitaria, y de gran envergadura, si la comunidad internacional mira de nuevo para otro lado.
¿Creen ustedes que hay alguna relación entre las masacres de Ruanda y el saqueo de las riquezas del este del Congo?
¿Conocen la relación causal con los casi 9 millones de muertos silenciados en esta región?
¿Piensan que nuestro país está jugando algún papel en el esclarecimiento de estos hechos? ¿Sabían que es UMOYA y que junto a otras pequeñas organizaciones hemos interpuesto una querella criminal en la Audiencia Nacional?.
Voy a intentar explicar y actualizar lo que está pasando ahora, -23 años después del genocidio que ha supuesto el mayor número de muertos desde la II Guerra Mundial- y también de lo que nos tememos puede pasar, no sin antes recorrer brevemente nuestra particular hemeroteca para poder entender qué está pasando en Ruanda y porqué.
1. En 2005, “ALERTA RUANDA” daba título a un monográfico elaborado por la Federación de comités de solidaridad con el áfrica negra (UMOYA) en 2005, con los que ocasionalmente colaboramos. 16 páginas que pueden leer (y descargar aquí), si quieren entender algunas piezas de este interesado rompecabezas.
2. En 2008 desde La Terca Utopía, ya desmenuzábamos algunas claves de este genocidio:
«Las verdades sobre lo que pasa en el Congo. ¿Y la Comunidad Internacional, para dónde mira?«, nos preguntábamos, y desgraciadamente hoy nos seguimos preguntando.
3. En 2010, volvíamos a denunciar en distintos medios que «En Ruanda están pasando cosas muy serias, y en el Congo, más«.
Nada más y nada menos que la mayor cifra de muertos tras la II Guerra Mundial- y sin embargo un conflicto bien desconocido.
¿A quién le interesa ocultarlo? ¡Seguíamos preguntando! y,
4. En 2012 retomamos de nuevo en La Terca Utopía que el Congo llevaba 8 millones de muertos, -civiles en su mayoría- y en sólo 18 años y volvíamos a preguntar, quizás como voz que clama en el desierto, ¿Hasta cuándo silenciaremos el genocidio más grande de toda la humanidad? donde incluíamos un Comunicado de Umoya que convendría releer hoy: “¿Hasta cuándo las riquezas naturales del Congo seguirán siendo motivo de maldición para su pueblo?”
Hechos macabros, cifras de horror.
En definitiva lo que vemos es que, desde los años 90, la región africana de los Grandes Lagos sufre cíclicamente catástrofes humanitarias de gran envergadura, debido a esa macabra batalla que se libra por controlar una de las zonas más ricas del planeta en recursos minerales estratégicos. Recordemos sólo algunos datos que avalan lo anterior:
* 300.000 ruandeses muertos de 1990 a 1994.
* 800.000 asesinados en 100 días en el genocidio de abril de 1994 en Ruanda.
* miles de muertos (ni se sabe la cifra) tras la toma del poder del FPR en Ruanda tras el citado genocidio.
* 300.000 refugiados ruandeses masacrados en el Congo entre 1996 y 1997.
* 6 millones de congoleños muertos -desde 1998 hasta 2003- a causa de la invasión del este del Congo por parte de Ruanda, Uganda y Burundi que se dedicaron a expoliar las inmensas riquezas del Congo (no sólo del coltán que es el más conocido).
Durante toda una década, continuaron las masacres ruandesas sobre los poblados congoleños, ya que a partir de 2003, Ruanda, Uganda y Burundi abandonan la invasión del Congo, pero Ruanda mantuvo su presencia militar en terreno congoleño de forma indirecta a través de la creación de grupos rebeldes que se hacían pasar por grupos congoleños, hasta 2013.
En este contexto también cabe destacar el uso por parte de los agresores de la violación de mujeres y niñas congoleñas como arma de guerra, y como medio de corromper el tejido social tradicional congoleño en donde la mujer es un pilar fundamental en las familias.
El presidente Kagame es el responsable.
El denominador común de todas estas crisis, desde los años 90 hasta nuestros días, es la presencia como promotor en todas ellas del actual Presidente de Ruanda, Paul Kagame, y el círculo más cercano de su partido, el Frente Patriótico Ruandés (FPR). Por otra parte el Presidente de Ruanda recibe gran apoyo internacional porque su país es la puerta de salida de las riquezas saqueadas del este Congo: coltán, oro, diamantes, casiterira, wolframio, germanio, maderas nobles…
El FPR dirigido por Kagame se ha destacado en estos años por su crueldad con la población civil tanto en terreno congoleño como con la propia población ruandesa. En el este del Congo ha llevado una política de provocar huidas en masa en poblados para a continuación ocuparlos con población ruandesa. Es una estrategia de invasión cuyo objetivo es anexionarse los dos Kivus congoleños, por ser una de las zonas más ricas del planeta en recursos minerales de gran valor (por eso ha masacrado poblaciones enteras, enterrado a gente viva en fosas comunes, quemado poblados,…).
A nivel internacional todo esto es ocultado.
Kagame goza de impunidad y protección mantenidos por parte de grandes grupos de poder vinculados a las materias primas estratégicas que saquea del Congo.
¿Y España qué pinta en esto?
Pues resulta que precisamente nuestro país, no por sus políticos, ni por los diferentes gobiernos precisamente, tiene un protagonismo especial en este conflicto por lo que ahora contaré.
En el año 2005 un grupo de pequeñas organizaciones españolas y ruandesas presentamos una querella criminal en la Audiencia Nacional Española por haber asesinado el FPR a 9 cooperantes españoles testigos de estos hechos. En el año 2008 el juez Don Fernando Andreu Merelles emitió un auto de conclusiones por el que imputaba los crímenes de genocidio, contra la humanidad, terrorismo y otros muchos al general Kagame y a la cúpula militar del FPR. Emitió órdenes de búsqueda y captura internacional contra 40 altos mandos del FPR, todos en ejercicio. Y sobre el general Kagame concluía que era el máximo responsable, pero estaba protegido por su inmunidad presidencial.
A nivel internacional, solamente el TPIR (Tribunal Penal Internacional para Ruanda) ha investigado una parte de estos crímenes, concretamente sólo los cometidos en Ruanda en el breve periodo de abril a junio de 1994 (los 100 días del genocidio ruandés en el que los asesinados fueron 800.000), y en ningún caso los cometidos por el FPR antes, durante o después de este período. Por lo tanto, la Audiencia Nacional española es hoy el único tribunal del mundo que tiene abierta una investigación de amplio espectro sobre estos crímenes (de 1990 a 2002 excluyendo el período de los 100 días), y en concreto la única que está investigando los crímenes del FPR.
¿Por qué es importante
la causa de la
Audiencia Nacional?
Primero, porque nunca podrá esperarse una vida libre de tensiones sociales en la región si sólo se reconoce la existencia de los muertos de una parte, los muertos tutsi, los muertos de los vencedores; mientras que la otra parte de las víctimas (los muertos hutu ruandeses y los congoleños) son ignoradas.
Nótese que aún hoy, en Ruanda, está perseguido por ley sólo el comentar que ha habido genocidio de hutus.
En segundo lugar, es también importante esta causa de la A.N. porque puede convertirse en una herramienta internacional de gran valor para hacer justicia en la región; una herramienta que proporcione la base jurídica para enfrentarse al fuerte apoyo internacional que el Presidente Kagame recibe, y una herramienta que desvele que, tras la falsa imagen de presidente modelo en África que algunos están fabricando, hay oculta una dictadura terrible y prolífera de conflictos en la región.
Y en tercer lugar, es importante esta causa porque si se demuestra quién es realmente el Presidente Kagame, se podrá dar paso al fin del saqueo impune de las riquezas del este del Congo manchadas de sangre, y se dejaría de usar a Kagame como puerta de salida de las mismas.
¿Hacia una nueva
crisis humanitaria?
La vida dentro de Ruanda está dominada por el pánico. La tensión social es tremenda. En estos momentos es importante prestar atención a lo que está sucediendo en Ruanda porque hay elecciones presidenciales en agosto. La oposición política al FPR se ha organizado tanto de dentro del país como en la diáspora y hasta ahora todos han sufrido represión. Algunos han sido asesinados y otros llevan años encarcelados.
La tensión social dentro del país es muy importante y ante las elecciones podría estallar una nueva crisis humanitaria que nos haga recordar lo sucedido en 1994. Esperemos que la comunidad internacional no mire esta vez para otro lado, haya observadores internacionales y se garantice la libre concurrencia de esos otros ruandeses que quieren acabar con esto por la vía de la paz y no por la lucha armada, que hasta ahora ha sido la única manera de querer acabar con estos ciclos de guerras, porque ésa no es la salida.