Finalmente, el Congreso español aprobó definitivamente la enésima reforma de la ley de Extranjería, esa que impulsó el Partido Socialista, y que sacó adelante con el único apoyo de CiU y Coalición Canaria. El PP presentó una enmienda a la totalidad exigiendo más dureza frente al fenómeno migratorio. Se nota que, ser retrógrados en materia de inmigración y defender los DDHH solo de boquilla, da más votos y es más rentable electoralmente en tiempos de crisis que trabajar por la verdadera integración y cohesión social.
Y decimos esto porque el bodrio de Ley de extranjería –LOEX- que un día pactaron en el año 2000 tanto el PP como el PSOE, y contra la que entonces salimos a la calle mucha mas gente que ahora, esa Ley 4/2000 que eufemísticamente se llamaba de la integración social de las personas inmigrantes, se ha reformado -con esta- 4 veces y cada vez a peor.
En esta ocasión hay que decir lo que prácticamente es un consenso de organizaciones tan dispares como CEAR, CEDEHU, Cáritas, IU, CGT, o la Red Acoge, entre una multitud de organizaciones sociales, vecinales y de inmigrantes que hemos denunciado este claro retroceso en materia de derechos y libertades, que endurece aún más la ya de por sí cruel ley. Lo más reprobable es:
1. El incremento de las sanciones contra la población extranjera de forma desproporcionada que pueden llevar a su detención, internamiento o expulsión así como la ampliación del plazo de internamiento en los infumables CIEs, que pueden pasar de los 40 a los 60 días.
2. El endurecimiento de las condiciones para la reagrupación familiar, que exige 5 años en lugar de dos para la residencia previa requerida, o que los ascendientes tengan mas de 65 años.
3. La introducción de un concepto tan impreciso como ‘el esfuerzo de integración’, en la línea de las propuestas más reaccionarias del PP que empezaron hace unos años reclamando la introducción de este tipo de ‘contratos de integración’.
4. La nueva consideración de los menores no acompañados como inmigrantes irregulares, lo que limita tanto la tutela efectiva como el establecimiento de acuerdos con sus países de origen.
5. Y, para colmo de males, a su paso por el Senado, se ha reintroducido la sanción a la hospitalidad que ya se había suprimido gracias a la presión que ejercimos varios colectivos sociales. Así se penaliza también, a quienes acojan y/o ayuden a las personas emigrantes irregulares (que no ilegales, como impropiamente solemos decir) y además se considera una infracción grave. Algo tan simple y que estamos haciendo mucha gente desde hace años, como empadronar en nuestras casas a los inmigrantes.
Desgraciadamente no han servido de mucho las manifestaciones, enmiendas o protestas de decenas de organizaciones sociales que también aquí en Albacete, se han manifestado y que este viernes, en el altozano, también nos concentraremos a las 20 horas. Previamente ese mismo viernes 11, en el ateneo de la ciudad a las 17,30 se abordará el tema de esta LOEX, y el sábado día 12 se trabajara -por talleres- el Plan Municipal de Inmigración. Os esperamos.