La noticia la conocíamos ayer tarde, pero no me la podía creer: “Los obispos encargan una auditoría externa sobre los abusos sexuales en la Iglesia española, pero sin indemnizar a las víctimas.
La Conferencia Episcopal contrata al bufete Cremades y Calvo-Sotelo para evaluar las denuncias sobre abusos en la Iglesia, y asegura que se abrirán a casos pasados, aunque sin concretar si sólo aceptarán denuncias nuevas”
Y hoy mismo nos la ampliaban: “La Iglesia promete indagar “a fondo” sobre la pederastia pero no define su colaboración con el Gobierno.
La Conferencia Episcopal ha encargado su propia indagación a un bufete dirigido por un miembro del Opus Dei y que contará con un equipo de 18 personas para buscar «transparencia, ayuda y reparación a las víctimas», aunque aclaran «No sabemos qué actitud tendrá cada diócesis»
Pero, ¿esto qué es?
Javier Cremades tiene unos vínculos muy estrechos con el Opus Dei, que él mismo ha confesado («Soy católico y del Opus. Por eso tengo pleno convencimiento«), amén de ser un deleznable encubridor de diversos casos de pederastia en su seno, sin olvidar que fue condenado por los casos de abusos en el colegio Gaztelueta.
Con la Iglesia hemos topado.
No se puede decir que en materia de Laicidad y Libertad de conciencia, este gobierno de coalición –que apoyo y he apoyado desde el primer día– esté haciendo nada loable y mucho menos esté cumpliendo el programa electoral que prometieron. Una vez más con la Iglesia hemos topado.
Pero lo grave es que ahora, en un “rien va plus” no sólo nos ponemos a las órdenes de una vetusta, decimonónica y ultraconservadora conferencia Episcopal, sino que además nos echamos descaradamente en brazos de la indigna y encubridora “Obra de Dios”
Una tomadura de pelo.
¿Alguien puede creerse –como publica Vida nueva- que la iglesia española aborde su auditoría antiabusos (refiriéndose al tema de la pederastia) para llegar hasta el final?
¿No es un abuso a la inteligencia de creyentes y afectados que el Cardenal Omella y el abogado Javier Cremades anuncien una investigación de doce meses (¿Ahora sí?), y que con la “amplitud histórica necesaria, incluyendo diócesis y congregaciones, en la que participarán 18 profesionales con una metodología “híbrida” entre los modelos francés y alemán? Pero, a quien quieren tomar el pelo?
Y una verdadera trampa.
Si, así como suena, así nos lo parece. Una vil trampa que la ICAR encargue la auditoría de los abusos por pederastia a un abogado -miembro confeso- del OPUS DEI. Y al parecer, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha dado «carta blanca» al bufete, «número uno en España en demandas colectivas», para «llegar hasta el fondo»
Según nos cuenta InfoLibre.es, la Conferencia Episcopal, liderada por Juan José Omella, ha encargado una auditoría sobre los abusos en la iglesia (abusos sexuales a menores) al bufete legal Cremades & Calvo Sotelo, cuyo presidente, Javier Cremades, es miembro del Opus Dei y preside Madrid Vivo, una fundación que tiene en su cúspide al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
Una fundación “Madrid Vivo” que nació con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 con el impulso de Cremades, que fue su primer secretario general, y Antonio María Rouco Varela, entonces arzobispo de Madrid.
Echarse en los brazos del OPUS
El auditor de los abusos en la Iglesia, Javier Cremades reconoce en InfoLibre.es: «Soy católico y del Opus. Por eso tengo pleno convencimiento». En efecto, el también presidente de Cremades & Calvo Sotelo vincula su pertenencia a La Obra con la convicción de que la Iglesia debe «ir hasta el final, hasta el fondo, investigar y pedir perdón si es necesario» y no contento con ello, Cremades niega que presidir junto a Monseñor Osoro una entidad para el «fomento de la religión» provoque conflicto.
Pocos seremos los que alcemos nuestra voz en este yermo desierto, pero creo que pese a nuestras filiaciones políticas y eclesiales, es nuestra obligación decir ¡Basta Ya! Hasta el Papa Francisco ha pedido que se depuren responsabilidades en el tema de los abusos en la Iglesia.
Primeras reacciones
Por el momento, ya han salido a la palestra tanto las víctimas de abusos de la AMP, cuestionando la independencia de la auditoría encargada por la iglesia, como la ANIR (Asociación Nacional de Infancia Robada) quienes han cuestionado que Cremades lleve esta auditoría porque: «Meter al zorro en el gallinero no es la solución”
También desde “Infancia Robada” declaraban: «Vemos con indignación cómo la jerarquía eclesiástica demuestra no tener voluntad de reparación, de asumir responsabilidades y depurarlas»
Y fuera de nuestras fronteras, donde se están tomando medidas más duras en el tema de los abusos en la Iglesia, aún son más exigentes “Las víctimas claman contra la ‘omertà’ en la comunidad italiana”.
- En Francia, la Conferencia episcopal venderá parte de su patrimonio para indemnizar a las víctimas de la pederastia clerical.
- En Portugal, la Iglesia ha creado una comisión independiente para investigarla.
- En Alemania, el último informe ha salpicado incluso a Benedicto XVI, acusado de inacción en cuatro casos de abusos sexuales.
- En Italia, el país europeo con más católicos –alrededor del 75% de sus 60 millones de habitantes–, en cambio, nada. El silencio que rodea los abusos sexuales en este país es abrumador.
- Y en España, en definitiva, una tomadura de pelo, una trampa más y una falta de toda ética en quienes deberían predicar con el ejemplo.