Una espiritualidad política, desde lo común.
Conocí a Emma y su espiritualidad hace bastantes años en las semanas andaluzas de teología y en los encuentros de las CCP y, desde el primer momento, ya me enamoraron esa dulzura cuasi latina, la esperanzadora paz que transmite, su comprometida fe en Jesús de Nazaret y, cómo no, su sempiterna sonrisa. Después, compartimos otros…