Arregi: “Me hace mucha ilusión ser como todos los creyentes de base”.
Si durante el pontificado de Juan Pablo II mas de 140 teólogos han sido silenciados (creo que van mas de 500 a decir de José Luis Vigil), los seis o siete últimos hispano parlantes como Boff, Sobrino, Pagola, Castillo, Masía, Torres Queiruga o ahora Joseba Arregi nos producen tanto mayor desconsuelo quizás por la cercanía además de por las terribles injusticias que suponen sus causas. Tan es así que me planteo la duda razonable de si nosotras y nosotros, como laicado comprometido, debemos seguir callados, sin perder demasiadas energías ante la sinrazón episcopal, si debemos continuar firmando escritos de apoyo que la Jerarquía manda al desaparecido limbo riéndose de nosotras/os, o si por el contrario deberíamos plantarnos ya y pasar a la acción. De veras que no lo sé, y puede que como me dice mucha gente en CCP, debamos seguir pasando de ellos, y tratar de vivir nuestra fe en comunidad como intentamos hacerlo desde hace casi 40 años y eso sí, sin bajar la guardia en el compromiso con los últimos que -hoy por hoy- son los trabajadores y trabajadoras, los parados/as, los pensionistas, las personas inmigrantes y tantos marginados/as que este sistema capitalista va orillando en el camino.
Porque claro, antes había hasta “Obispos rojos” como mi paisano Iniesta (no el futbolista, que también es de Albacete, sino Alberto Iniesta); por supuesto conocimos muchos curas “rojos” como García Salve o el padre Llanos o cristianos comunistas, nuestro querido Comín, por citar solo a algunos, y había cantidad de teólogos y teólogas progresistas que en sintonía con la Teología de la liberación, y en una necesaria pluralidad eclesial, ayudaban a muchas y muchos creyentes a pasar de una fe trasnochada, negadora e infantil, a una fe adulta, comprometida y liberadora.
Pero ahora, en este permanente invierno eclesial que parece estar muy afectado por el dichoso cambio climático, resulta que, los movimientos neoconservadores avanzan con todos los “plácets”, el Opus tiene mas curas y seminaristas que nunca, se nombra a Obispos que ganan protagonismo público diciendo disparates, (como el caso de Monseñor Munilla ante el desastre de Haití o el arzobispo de Granada comparando el aborto con el genocidio nazi), y se mandan callar a todo aquel que es sospechoso de pensar, cuestionar, adaptarse a los signos de los tiempos actuales o divulgar una hermenéutica acorde con la situación del mundo actual. Claro, que no importa que las iglesias se queden vacías, que aumente el número de apostasías, que aumente la increencia entre los jóvenes y que el número de practicantes baje a unos niveles jamás vistos en este país nacional católico de hecho, aunque la constitución española diga lo contrario.
Viene todo esto a cuenta de que esta semana cuando participaba de las vacaciones comunitarias con las CCP españolas, tuve la ocasión de conocer personalmente a José Arregi, el último teólogo silenciado en España, al que probablemente, le toque dar el no querido paso de colgar los hábitos, después de que esta trasnochada jerarquía e impresentable curia le esté haciendo la vida imposible, como ya lo hiciera con tantos otros. Y menos mal que este gran hombre y profundo creyente, franciscano hasta la médula, mantiene y trasmite una Paz y tranquilidad que espero y deseo conserve. Porque desgraciadamente otros lo pasaron peor. Baste recordar las depresiones de Monseñor Iniesta cuando se tuvo que recluir al Monasterio de Poblet, o las de José María Castillo con sus comunidades de Granada, después de tantas humillaciones y persecuciones.
Es curioso que en todos estos casos nunca haya una causa real, discutible, antievangélica u ortodoxa probada para castigar y condenar a los citados teólogos. En esta ocasión la escusa fueron unas declaraciones de Arregi cuando el follón montado contra el inesperado nombramiento de monseñor Munilla al frente de la diócesis de San Sebastián. Hubo un impresionante movimiento de protestas como las conocidas del Foro de curas de Madrid, o las del 77% de los párrocos de S.S. que firmaron públicamente la protesta. Y no me extraña con el currículum de esta joya de curita: Defensor de la Falange y creador de un movimiento ultra católico al margen de la iglesia vasca que criticó abiertamente a los gays con unas declaraciones sobre el sexo que nos avergüenzan al mas moderado, dijo que ante la tragedia de Haití, “peor era nuestra pobre situación espiritual”, y para colmo, se dejó olvidada en el ordenador de su parroquia anterior, una carpeta con el nombre de “Mafia” en la que según el prelado “solo había una lista de curas con los que iba a cenar…“ (Ver video mas abajo)
Esta Semana, por la proximidad de sus ejercicios en “la miarrita”, Joseba Arregi tuvo la ocasión de compartir unas horas con hombres y mujeres de las comunidades cristianas populares de toda España, que durante 10 días estuvimos celebrando nuestras anuales vacaciones comunitarias CCP en pleno valle de Baztán (Oharriz). Allá nos confesaba: “Yo reivindico que en la Iglesia se pueda decir cualquier opinión con respeto y con libertad”. Seguramente por ello fue que el franciscano de Arantzazu, después de acatar el silencio impuesto durante seis meses, publica a mediados de junio el artículo “Pido la palabra” en una actitud de libre desobediencia dentro de la iglesia cuando descubre que el “leve” castigo impuesto era un burdo engaño, ya que le proponen irse a América ¿? o el silencio total, y aún le dicen que es una “medida de gracia”.
Y yo me pregunto ¿Puede un eminente profesor de teología con esa cabeza, formación, inteligencia y profetismo dejar de dictar su cátedra, dejar de predicar, dejar de escribir y quedarse como portero de un monasterio, por poner un ejemplo (y que no se ofendan quienes realizan este servicio eclesial), sin mas ni mas?. Sinceramente, NO.
El propio Arregi nos reconocía lo duro de la situación: “Me siento como arrancado de mi bioclima, de lo que ha sido mi ambiente franciscano casi desde niño, ”. Reconoce que su cabeza ha cambiado mucho en 30 años, y que para él “ya no es nada esencial lo de ser clérigo, laico o religioso, y que hay que transformar los sacramentos, el culto, los votos, la vida religiosa y secular, y vivir en otros parámetros”.
Finalmente también nos abría su corazón reconociendo que no sabía lo que iba a hacer ahora, “no sé cómo me las arreglaré –nos confesaba- pero estoy en Paz y me hace ilusión el deshacerme de ese rol clerical, religioso, canónico del que estaba ya medio desligado aunque viviendo en él. Me hace mucha ilusión ser ahora como todos los creyentes de base”.
No sé, no sé, pero a mi me da que, -pese a los rumores de que pediría su secularización, noticias sobre que colgaría los hábitos y desmentidos de que vaya a abandonar la Iglesia-, este gran teólogo, por no comprometer a sus hermanos franciscanos, tenga que resolver su particular calvario dejando la orden, que no la Iglesia. Con todo el 10 de septiembre, cuando termine la novena de la Virgen de Arantzazu, lo sabremos. ¡Animo Joseba! Que no estás solo.
Video de Youtube sobre las declaraciones de Arregi y la famosa carpeta de Munilla:
SI QUIERES Wikio
EL TODAVÍA FRANCISCANO RECONOCE PRIVADAMENTE SU INTENCIÓN DE ABANDONAR EL SACERDOCIO
Arregi: «Me hace ilusión el deshacerme de ese rol clerical»
infocatolica.com/?t=noticia&cod=7143
En un artículo publicado en Redes Cristianas, el coordinador provincial de Izquierda Unida en Albacete, Luis Ángel Aguilar Montero, asegura que el sacerdote franciscano Joseba Arregi ha manifestado que para él «ya no es nada esencial lo de ser clérigo, laico o religioso, y que hay que transformar los sacramentos, el culto, los votos, la vida religiosa y secular, y vivir en otros parámetros». Al parecer, Arregi hará pública su la decisión de secularizarse el 10 de septiembre, cuando termine la novena de la Virgen de Arantzazu.
31/08/10 9:51 AM | Imprimir | Enviar
(Luis F. Pérez/InfoCatólica) Aguilar Montero revela que Joseba Arregi compartió su preocupación por su futuro con un grupo de fieles de las Comunidades Cristianas Populares (CCP) en en pleno valle de Baztán (Oharriz).
Me hace ilusión que Arregi sea coherente
¿A quién puede extrañar que seamos muchos los que creemos que no tiene lógica alguna que siga siendo sacerdote y religioso quien dice algo como esto?:
Ya no es nada esencial lo de ser clérigo, laico o religioso, y que hay que transformar los sacramentos, el culto, los votos, la vida religiosa y secular, y vivir en otros parámetros
Pues bien, eso es lo que Joseba Arregi manifestó hace unos días ante un grupo de “fieles” de las Comunidades Cristianas Populares. Al menos así lo cuenta Luis Ángel Aguilar en un post publicado el pasado 25 de agosto en su blog y que hoy ha reproducido Redes Cristianas.
De esta manera se pone fin a las especulaciones sobre la veracidad de la noticia que adelantó Fernández de la Cigoña y confirmó InfoCatólica. Los intentos posteriores de suavizar el impacto de la noticia por parte de algunos medios de comunicación, asegurando que el religioso no iba a hacer lo que nadie dijo que haría -abandonar la Iglesia-, van a quedar en nada. La realidad es la que es. Arregi se seculariza y por tanto deja el sacerdocio y la condición de religioso. No sé si se quedará unido de alguna manera a la orden franciscana vía Ordo Franciscanus Saecularis (OFS), pero eso es ya lo de menos.
Es bastante probable que en los próximos días o semanas se produzca desde el sector progre” de la Iglesia una nueva catarata de apoyos a Arregi, manifestaciones y protestas contra la jerarquía en general y Mons. Munilla en particular. O sea, los de siempre con lo de siempre y con los mismos argumentos de siempre. Nihil novum sub sole. Lo único que cambia es que cada vez van siendo menos en número y mayores en edad. Como quiera que su teología, especialmente en el apartado eclesiológico, es incompatible con el catolicismo, su futuro a medio-largo plazo es inexistente. Quienes piensan como Arregi no producirán una sola vocación sacerdotal o a la vida religiosa y siendo la Iglesia como es, con esa forma de ser y de pensar acabarán siendo reducidos a la nada…
Luis Fernando Pérez en
infocatolica.com/?t=noticia&cod=7143
Y 2…(sigue del anterior)
Si alguien cree que el modelo eclesial que propone el todavía franciscano tiene algo que ver con lo que ha sido la Iglesia desde sus inicios, le recomiendo que se lea las epístolas que escribió en la primera década del siglo II San Ignacio de Antioquía -que recibió el evangelio de boca de los apóstoles-. También les puede servir el capítulo III de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II. En cuanto a la eclesiología, no hay diferencia esencial entre lo que se enseñaba en el siglo II y lo que se ha vuelto a proponer en el último concilio. Si Arregi y la progresía eclesial no están conforme con esa doctrina, el problema lo tienen ellos, no la Iglesia. Son ellos los que deben de adaptarse a la fe de la Iglesia y no la Iglesia a su fe errónea. Y si no quieren adaptarse, si no quieren convertirse a la fe católica, lo mejor que pueden hacer es no seguir jugando al engaño de llamarse católicos. Sencilla y llanamente, no lo son. Al menos no lo son más de lo que pueda serlo un metodista o un luterano liberal.
Con todo, Arregi no deja de ser un síntoma de cuáles han sido los males enfrentados por la Iglesia en el último medio siglo. El padre Iraburu escribió este mes de agosto un artículo en el que quedaba patente las diferencias esenciales entre las doctrinas que profesa y enseña el franciscano y la doctrina católica. Lo que uno se pregunta no es por qué Arregi abandona el sacerdocio ahora sino cómo es posible que haya podido ser sacerdote y religioso durante décadas profesando semejantes herejías y desviaciones doctrinales. Lo que uno se pregunta es a cuántos no habrá guiado por el camino del error durante todo este tiempo. Lo que uno se pregunta es dónde estaban sus pastores cuando negaba la Trinidad. Uno se pregunta dónde estaban sus pastores cuando decía admitir sin reparos “que Jesús no fue el único hijo de María y de José". Uno se pregunta a quién hemos de pedir cuenta por esos pastores. Y la respuesta a esas preguntas pueden tener varias respuestas, pero sólo una nos sirve de cara al futuro: Reforma o apostasía. O la Iglesia se reforma de una vez por todas para impedir que los Arregi de turno campen a sus anchas en su seno durante décadas y décadas, o la apostasía será lo que segará, si es que no la está segando ya.
Luis Fernando Pérez en
infocatolica.com/?t=noticia&cod=7143
… (sigue del comentario nº 2)
Si alguien cree que el modelo eclesial que propone el todavía franciscano tiene algo que ver con lo que ha sido la Iglesia desde sus inicios, le recomiendo que se lea las epístolas que escribió en la primera década del siglo II San Ignacio de Antioquía -que recibió el evangelio de boca de los apóstoles-. También les puede servir el capítulo III de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II. En cuanto a la eclesiología, no hay diferencia esencial entre lo que se enseñaba en el siglo II y lo que se ha vuelto a proponer en el último concilio. Si Arregi y la progresía eclesial no están conforme con esa doctrina, el problema lo tienen ellos, no la Iglesia. Son ellos los que deben de adaptarse a la fe de la Iglesia y no la Iglesia a su fe errónea. Y si no quieren adaptarse, si no quieren convertirse a la fe católica, lo mejor que pueden hacer es no seguir jugando al engaño de llamarse católicos. Sencilla y llanamente, no lo son. Al menos no lo son más de lo que pueda serlo un metodista o un luterano liberal.
Con todo, Arregi no deja de ser un síntoma de cuáles han sido los males enfrentados por la Iglesia en el último medio siglo. El padre Iraburu escribió este mes de agosto un artículo en el que quedaba patente las diferencias esenciales entre las doctrinas que profesa y enseña el franciscano y la doctrina católica. Lo que uno se pregunta no es por qué Arregi abandona el sacerdocio ahora sino cómo es posible que haya podido ser sacerdote y religioso durante décadas profesando semejantes herejías y desviaciones doctrinales. Lo que uno se pregunta es a cuántos no habrá guiado por el camino del error durante todo este tiempo. Lo que uno se pregunta es dónde estaban sus pastores cuando negaba la Trinidad. Uno se pregunta dónde estaban sus pastores cuando decía admitir sin reparos “que Jesús no fue el único hijo de María y de José". Uno se pregunta a quién hemos de pedir cuenta por esos pastores. Y la respuesta a esas preguntas pueden tener varias respuestas, pero sólo una nos sirve de cara al futuro: Reforma o apostasía. O la Iglesia se reforma de una vez por todas para impedir que los Arregi de turno campen a sus anchas en su seno durante décadas y décadas, o la apostasía será lo que segará, si es que no la está segando ya.
Luis Fernando Pérez
infocatolica.com/?t=noticia&cod=7143
… (viene del anterior comentario)
Si alguien cree que el modelo eclesial que propone el todavía franciscano tiene algo que ver con lo que ha sido la Iglesia desde sus inicios, le recomiendo que se lea las epístolas que escribió en la primera década del siglo II San Ignacio de Antioquía -que recibió el evangelio de boca de los apóstoles-. También les puede servir el capítulo III de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II. En cuanto a la eclesiología, no hay diferencia esencial entre lo que se enseñaba en el siglo II y lo que se ha vuelto a proponer en el último concilio. Si Arregi y la progresía eclesial no están conforme con esa doctrina, el problema lo tienen ellos, no la Iglesia. Son ellos los que deben de adaptarse a la fe de la Iglesia y no la Iglesia a su fe errónea. Y si no quieren adaptarse, si no quieren convertirse a la fe católica, lo mejor que pueden hacer es no seguir jugando al engaño de llamarse católicos. Sencilla y llanamente, no lo son. Al menos no lo son más de lo que pueda serlo un metodista o un luterano liberal.
Con todo, Arregi no deja de ser un síntoma de cuáles han sido los males enfrentados por la Iglesia en el último medio siglo. El padre Iraburu escribió este mes de agosto un artículo en el que quedaba patente las diferencias esenciales entre las doctrinas que profesa y enseña el franciscano y la doctrina católica. Lo que uno se pregunta no es por qué Arregi abandona el sacerdocio ahora sino cómo es posible que haya podido ser sacerdote y religioso durante décadas profesando semejantes herejías y desviaciones doctrinales. Lo que uno se pregunta es a cuántos no habrá guiado por el camino del error durante todo este tiempo. Lo que uno se pregunta es dónde estaban sus pastores cuando negaba la Trinidad. Uno se pregunta dónde estaban sus pastores cuando decía admitir sin reparos “que Jesús no fue el único hijo de María y de José". Uno se pregunta a quién hemos de pedir cuenta por esos pastores. Y la respuesta a esas preguntas pueden tener varias respuestas, pero sólo una nos sirve de cara al futuro: Reforma o apostasía. O la Iglesia se reforma de una vez por todas para impedir que los Arregi de turno campen a sus anchas en su seno durante décadas y décadas, o la apostasía será lo que segará, si es que no la está segando ya.
Luis Fernando Pérez
infocatolica.com/?t=noticia&cod=7143
Ver en esta entrada la carta de Arregi, confirmando lo que nos temíamos y por los motivos adelantados.
atrio.org/2010/09/franciscano-sin-habito/
Ver en diariodenoticias.com/2010/08/05/opinion/cartas-al-director/solidaridad-con-joxe-arregi
Solidaridad con Joxe Arregi
EN su escrito del 17 de junio titulado Pido la palabra, Joxe Arregi da a conocer su grave y meditada decisión de no acatar las órdenes de su obispo, monseñor Munilla, que le obligan al silenciamiento total o destierro, una vez terminado el plazo de la sanción impuesta por su antecesor monseñor Uriarte.
Aunque no nos posicionamos en aquel momento, la medida que se le impuso a Joxe Arregi en la víspera de Nochebuena de 2009 nos pareció un grave atentado contra la libertad de expresión…
Carta firmada por Félix Placer Ugarte
Firman también este artículo: Gregorio Ubierna, Mila Elvira Mtz. de Luna y Tere Pontón Fernández, en nombre de Comunidades Cristianas Populares, Herria 2000 Eliza y la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria
Tambien en PERIODISTA DIGITAL de JOSE MANUEL VIDAL
José Arregui: "Voy a dejar la Orden Franciscana" No tienen desperdicio los comentarios mas ultraconservadores. Ver en:
periodistadigital.com/religion/espana/2010/09/01/franciscano-habito-jose-arregui-iglesia-munilla-san-sebastian-religion.shtml
Ya antes salió la Declaración del Foro de Curas de Madrid
"Nos parece impresentable la pretensión del obispo de hacer callar a Arregui"
"Desvirtúa la fe cristiana por un conservadurismo estéril y esterilizante"
En el "Foro de Curas de Madrid" hemos conocido el conflicto entre el obispo de Guipúzcoa, José Ignacio Munilla, y el teólogo franciscano José Arregui. Las noticias sobre el mismo nos llegan, sobre todo, por Internet y por personas de esa diócesis.
Lo que conocemos de lo sucedido nos permite hacer la siguiente declaración:
1. No estamos de acuerdo, una vez más, con la pretensión de silenciar las voces de los cristianos y cristianas que manifiestan en conciencia sus experiencias sobre Jesús de Nazareth o sus aproximaciones intelectuales a los interrogantes que plantea la fe cristiana. Sobre todo, cuando en este tiempo la libertad de expresión se valora como un derecho fundamental.
2. Nos parece escandaloso el intento de imponer silencio y de hacerlo sólo con los pensadores que pueden incurrir en alguna exageración por sus esfuerzos de avance en la investigación, no conociéndose ningún caso en el que manifiesten esfuerzo por silenciar a los que desvirtúan la fe cristiana por un conservadurismo estéril y esterilizante.
3. Nos parece impresentable la pretensión del obispo de hacer callar al cristiano-teólogo Arregui, utilizando para ello a sus superiores de la comunidad franciscana. Esto, además de falta de autoridad moral del propio obispo, es un chantaje de muy mal gusto. Los conflictos se resuelven desde el diálogo franco y noble, no desde el "politiqueo eclesiástico" que no cuenta nunca con el sujeto, convertido en pura víctima.
4. La misma opinión nos merece la alternativa al silencio, que es la de que "sea enviado a América a trabajar con los pobres" Calificado Arregui como "agua sucia que lo contamina todo", no tiene el obispo inconveniente en que contamine a los pobres de América, lo mismo que se les envían los medicamentos caducados. Esto, además de revelar una mentalidad xenófoba y clasista, es una flagrante falta de educación y de caridad.
5. Hacemos nuestra la reflexión de Borja Aguirre sobre este caso: "Lo que aquí está en juego no es solamente la dignidad de una persona…El fondo de la cuestión es simple y llanamente la espiritualidad cristiana. Una espiritualidad que la Iglesia Católica parece haber abandonado para dejarse llevar por la inercia, evitando los grandes retos que las religiones deben afrontar en estos tiempos, y refugiándose en esa falsa seguridad que la autoridad y el dogma parecen proporcionar…Y son más necesarios y útiles que nunca aquellos profetas valientes que se adentran en océanos inexplorados y vuelven para mostrarnos el fruto de su experiencia". (Borja Aguirre. José Arregui, agua limpia, 18 de Junio de 2010).
6. También compartimos las palabras del mismo Arregui que, en entrevista hecha por el periodista José Manuel Vidal el 22 de Junio acaba diciendo…"Si acaso, soy uno más en la infinita muchedumbre que en Guipúzcoa y en el mundo entero, con responsabilidades o sin responsabilidades eclesiales, sufren la cerrazón, la intransigencia y, en última instancia, el miedo patológico de la actual jerarquía eclesiástica…7. Nos parece normal que no acepte ser desterrado. Nadie quiere el destierro. Nos recuerda a los profetas de Israel sobre los que se intentaron los mismos castigos, en situaciones similares y con parecidos procedimientos por parte de los instalados.
Ya antes salió la Declaración del Foro de Curas de Madrid
"Nos parece impresentable la pretensión del obispo de hacer callar a Arregui"
"Desvirtúa la fe cristiana por un conservadurismo estéril y esterilizante"
En el "Foro de Curas de Madrid" hemos conocido el conflicto entre el obispo de Guipúzcoa, José Ignacio Munilla, y el teólogo franciscano José Arregui. Las noticias sobre el mismo nos llegan, sobre todo, por Internet y por personas de esa diócesis.
Lo que conocemos de lo sucedido nos permite hacer la siguiente declaración:
1. No estamos de acuerdo, una vez más, con la pretensión de silenciar las voces de los cristianos y cristianas que manifiestan en conciencia sus experiencias sobre Jesús de Nazareth o sus aproximaciones intelectuales a los interrogantes que plantea la fe cristiana. Sobre todo, cuando en este tiempo la libertad de expresión se valora como un derecho fundamental.
2. Nos parece escandaloso el intento de imponer silencio y de hacerlo sólo con los pensadores que pueden incurrir en alguna exageración por sus esfuerzos de avance en la investigación, no conociéndose ningún caso en el que manifiesten esfuerzo por silenciar a los que desvirtúan la fe cristiana por un conservadurismo estéril y esterilizante.
3. Nos parece impresentable la pretensión del obispo de hacer callar al cristiano-teólogo Arregui, utilizando para ello a sus superiores de la comunidad franciscana. Esto, además de falta de autoridad moral del propio obispo, es un chantaje de muy mal gusto. Los conflictos se resuelven desde el diálogo franco y noble, no desde el "politiqueo eclesiástico" que no cuenta nunca con el sujeto, convertido en pura víctima.
4. La misma opinión nos merece la alternativa al silencio, que es la de que "sea enviado a América a trabajar con los pobres" Calificado Arregui como "agua sucia que lo contamina todo", no tiene el obispo inconveniente en que contamine a los pobres de América, lo mismo que se les envían los medicamentos caducados. Esto, además de revelar una mentalidad xenófoba y clasista, es una flagrante falta de educación y de caridad.
5. Hacemos nuestra la reflexión de Borja Aguirre sobre este caso: "Lo que aquí está en juego no es solamente la dignidad de una persona…El fondo de la cuestión es simple y llanamente la espiritualidad cristiana. Una espiritualidad que la Iglesia Católica parece haber abandonado para dejarse llevar por la inercia, evitando los grandes retos que las religiones deben afrontar en estos tiempos, y refugiándose en esa falsa seguridad que la autoridad y el dogma parecen proporcionar…Y son más necesarios y útiles que nunca aquellos profetas valientes que se adentran en océanos inexplorados y vuelven para mostrarnos el fruto de su experiencia". (Borja Aguirre. José Arregui, agua limpia, 18 de Junio de 2010).
6. También compartimos las palabras del mismo Arregui que, en entrevista hecha por el periodista José Manuel Vidal el 22 de Junio acaba diciendo…"Si acaso, soy uno más en la infinita muchedumbre que en Guipúzcoa y en el mundo entero, con responsabilidades o sin responsabilidades eclesiales, sufren la cerrazón, la intransigencia y, en última instancia, el miedo patológico de la actual jerarquía eclesiástica…7. Nos parece normal que no acepte ser desterrado. Nadie quiere el destierro. Nos recuerda a los profetas de Israel sobre los que se intentaron los mismos castigos, en situaciones similares y con parecidos procedimientos por parte de los instalados.