viernes, marzo 29, 2024
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Tras la Jornada de reflexión y memoria del 18 de julio, hoy 19-J salgamos a la calle y pasado mañana, también.

Ayer 18 de Julio de 2012 ya manifestamos antes que nada nuestro reconocimiento a las víctimas del franquismo, muchas de las cuales aún no descansan en Paz para vergüenza nacional, así como mi más sentido homenaje a la II República española, a la resistencia republicana y a su fraternal proyecto de esperanza, frustrado impunemente. No hay nada que celebrar de un golpe de estado, y menos, de aquel sanguinario 18 de julio, hace 76 años ya; pero sí mucho de lo que acordarse para no repetir la historia, justo en unos momentos en los que los oligarcas de siempre tratan de someter al pueblo con sus represiones de antaño y sus abusos perennes. Tampoco debemos olvidar a quienes dieron ese golpe de Estado.

Si entonces fue el franquismo quien, arropado por caciques, oligarquía, ejercito e Iglesia, desposeyó por la fuerza a un sistema, legalmente constituido y democráticamente elegido, hoy son las mismas sombras de entonces, arropadas por la ultraderecha del PP, las oligarquías financieras y siempre con el apoyo de la jerarquía católica, quienes reprimen, usurpan e imponen no ya su voluntad, sino lo que les mandan los mercados. Ayer era con sangre y hoy con el euro. Ayer, el fascismo, hoy el terrorismo financiero. Y como siempre, desde Goebbels, con la mentira por delante.

Por eso quiero aunar hoy la coincidencia de este luctuoso día para el recuerdo, con las convocatorias que en los días subsiguientes van a tener lugar en toda España y donde esa inmensa mayoría ciudadana –cada día más jodida- tenemos la inexcusable obligación de echarnos a la calle. Es por todo ello que hoy 19 de Julio, llamados por los sindicatos. Sí, pese a todo, con ellos, o mejor con la clase trabajadora, hemos de manifestarnos;

y, pasado mañana, el 21 de Julio, deberíamos hacer lo propio, por los parados y paradas de este país. Una marcha “roja” que tiene que dejar pequeña la de los valientes mineros, ejemplo de clase como hacía tiempo no se daba en nuestro país, para decirle a este gobierno que, pese a su mayoría política en el parlamento, ya nos tiene hasta los mismísimos y que no nos provoque, que mayoría social ya hace meses que la perdió y que por tanto, no puede hacer lo que le venga en gana, máxime cuando ha engañado a todo el mundo y nos toma por imbéciles a diario y por súbditos todos los viernes.

* Para esta convocatoria del 19-J y como miembro de ATTAC que soy, también pido a los sindicatos que –aunque no lo hayan explicitado en el “MANIFIESTO SOCIAL Y SINDICAL CONTRA LOS RECORTES DEL GOBIERNO”, exijan que ésta sea “la última advertencia que la Plataforma de Servicios Públicos dé al Gobierno, antes que se convoque una movilización social permanente que contemple un amplio conjunto de acciones», entre las que no hay que descartar las huelgas generales, indefinidas o no. Una vez más este Gobierno, con sus medidas injustas e ineficaces, obliga a los ciudadanos y ciudadanas a salir a la calle, a decir alto y fuerte «Que estas medidas son injusta e ineficaces, que no son la solución, y que hay otras políticas para salir de la crisis. NO TE CALLES Y DEFIENDE TUS DERECHOS.

* Y para la marcha del 21 de julio, o “Marcha de Desemplead@s por la Dignidad”, creo que quien pueda no puede dejar de suscribir ese pequeño comunicado donde dicen: “Nos pisotean nuestra Dignidad con la reforma laboral, la rebaja en las prestaciones sanitarias y en la calidad educativa, la supresión de las ayudas sociales, la subida de impuestos, la reducción del salario y seguirán pisoteando más y más nuestra Dignidad. Frente a estos desmanes queremos una nueva sociedad que dé prioridad a la vida por encima de los intereses económicos y políticos y apostamos porque sea la propia sociedad la protagonista de este cambio.

Rechazamos todas las medidas impuestas por el Estado que, lejos de ser una solución para la crisis, es la verdadera cara de la crisis. Nos han adormecido pero hemos despertado y estamos aquí para reclamar la solidaridad de todo el pueblo trabajador y en especial de l@s que en este momento están desemplead@s para que se organicen en defensa de sus derechos y para conseguir una vida digna para sus hij@s y para sus niet@s. * Si te ha gustado, COMPÁRTELO y/o VÓTALO:

3 COMENTARIOS

  1. No hay que rebajar la comparación por la distancia de 76 años, pues el parecido de circunstancias se asemeja demasiado, aunque las consecuencias inmediatas no chirríen aún tanto porque venimos de lo que venimos unos precedentes de mejor bonanza social, unos derechos socio-laborales que aún ofrecen soportes más o menos mínimos: parados con asistencia aún reciente o amparados por las pensiones de sus mayores y alguna chapuza sumergida; pensiones mínimas casi de supervivencia; asistencia a dependientes por familiares generosos en el compartir lo poco; y una clase obrera que aún se apoya en derechos conseguidos en el pasado aunque ya pese sobre ellos el aterrador mordisco de los tijeretazos.

    Aquello fue riesgo de vida incluido el derramamiento de sangre y lo de hoy sigue siendo el mismo riesgo ya de vida rozando repercusión por aparición de sangre que brota por golpes o acciones represivas que intentan ser presentadas como garantía de un orden que ya es grave desorden por abuso de poder de quienes manipulan el Poder Capitalista o se pliegan a la más absurda complicidad con él.

    Cierto que aún no hay alzamiento del poder violento, pero no lo es tanto que no haya ya preparación del mismo, por si al extremo acosamiento del pueblo, este se defiende pasando las líneas rojas que desde los poderes se llama recurso al desorden público y a la obligada defensa inexcusablemente violenta.

    Los mismo poderes fácticos de hace 76 años están actuando con las mis estrategias y tácticas sobre la sufrida clase obrera de cualesquiera sectores. Y, si la cosa aún no va a mayores no es por méritos de ellos, sino porque las clases obreras, aparte lo que soportaron de aplastamiento e inconsciencia unitaria y solidaria en la dictadura y la partitocracia siguiente, aún tiene profunda memoria del precio que pagaron visabuel*s, abuel*s y padres-madres, de unas y otras ideologías y del miedo que se trasmitió por herencia.
    Una buena prueba de ello son las reacciones enfrentadas de los mismos currantes cuando por paros, manifestaciones o huelgas, en vez de valorar la solidaridad unitaria por la lucha de la Justicia para todos, pesan aún tanto los intereses legales particulares y tan poco el interés común que se deja para compartir los beneficios de los logros conseguidos en los riesgos de la lucha.
    Porque, que se sepa, después de un derecho conseguido o defendido con los riesgos de la lucha, nadie tiene la vergüenza de renunciar a su beneficio si no participó en su defensa.

    Sigue el expolio de lo público por parte del gran capital de voracidad sin límites, como se vislumbra en los sectores de mercado seguro como son la sanidad, la enseñanza y los transportes, porque las comunicaciones, la energía y la banca ya pasaron a los grandes financieros y no para beneficiar a la clientela.
    Parte de la tierra que había pasado a manos de quienes la trabajan, la han reducido a miseria ni siquiera compensatoria por los precios de producción. La otra parte sigue an manos de latifundistas que ofrecen algo de trabajo, pero casi nada de sueldos desde hace tiempo.

    Ahora los militares están aún quietos, pero ¿durará esta actitud, si las revueltas crecen?
    Y de la postura del poder eclesial, vale más que cada uno saque conclusiones por donde se están moviendo aún, u otra vez como entonces. Pues aunque presumen de la acción de Cáritas que medio culple como eclesial en el campo de la beneficencia, tampoco plantea con coherencia aquello de Jesús: “Buscad primero el Reino de Dios (El PADRE) como HERMANDAD UNIVERSAL IGUALITARIA y SOLIDARIA y SU JUSTICIA, que lo demás se os dará por añadidura.”
    Más bien puede volver a pasar aquello de que a las gentes cuando se las mete a Jesús por el estómago, se les indigesta.
    Claro, que siempre queda el posterior recurso a que, olvidando el testimonio y mensaje de Jesús a su tiempo, a destiempo se pueden hacer proclamaciones de mártires difuminando lo del Ev. de Juan en XIII,35, y de Mt, en XXV. etc.
    De Antonio Vicedo en ATRIO.ORG

  2. Conchita Calderón, en ATRIO.ORG
    Suscribo todo lo del artículo y ya que hemos despertado vamos a actuar en favor de la justicia, todos unidos conseguiremos que este nuestro mundo sea más habitable para todos y no para unos cuantos, no pararemos ya somos mayores de edad y es un deber de la ciudadanía la solidaridad con aquellos que no pueden vivir porque otros no los dejan. Animo a todos

  3. Parece que el pueblo Español, va hacia la tercera República…solidaria cercanía…con esa lucha del pueblo por Pan, Paz, Justicia, Dignidad y Democracia Real…
    Gabriel Sánchez (Uruguay)

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